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Conozca la historia de Gabrielito, un niño para quien los límites no existen

Gabrielito es un niño como los demás. Juega fútbol todas las tardes con sus amigos, anda en bicicleta, se divierte…

Por Rodrigo Díaz

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Conozca la historia de Gabrielito, un niño para quien los límites no existen
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Gabrielito es un niño como los demás.

Juega fútbol todas las tardes con sus amigos, anda en bicicleta, se divierte en la piscina y con sus travesuras llena de alegría su hermoso hogar.

Lo único que lo diferencia de los demás es que le falta su pierna izquierda, producto de una amputación, tras sufrir un cáncer. Pero eso no le ha impedido hacer las mismas actividades propias de su edad.

Bueno, hay otra diferencia con los demás niños: también entrena como todo un profesional en uno de los siete equipos del campeonato nacional de Fútbol de Amputados.

Con sus destrezas se ha ganado el cariño de sus compañeros de equipo y la admiración de los expertos en la materia. Tanto así, que hace poco menos de dos años participó en un campamento de fútbol para niños de su misma condición en Alemania.

Recientemente, en el Día de la Cero Discriminación, celebrado a principios de mes, la Unión Europea de Fútbol (UEFA) publicó en su página algunas fotos de homenaje en este día.

En una de ellas, destacó al niño costarricense -en plena acción durante el campamento- como uno de los ejemplos de que cualquier persona puede jugar al fútbol en un entorno seguro y agradable, independientemente de su edad, raza, sexo o capacidad.

Ejemplo de vida

Con sus 9 años, Gabriel se ha convertido en una persona ejemplar para quienes lo rodean.

Su madre, Juanita González, desde luego, está especialmente orgullosa de su capacidad y actitud ante la vida.

“Gabriel es un ejemplo de vida, sigue luchando es un niño feliz, a pesar de vivir sin tener su piernita”, comenta la progenitora.

Al menor le diagnosticaron un cáncer en el fémur izquierdo en 2017, y en octubre se le tuvo que amputar su pierna. Posteriormente pasó nueve meses de quimioterapia.

A pesar de todo ese proceso, Gabriel lo soportó bien y siempre encontró momentos de alegría en medio de tantas tristezas y dificultades.

Su propia madre debió sacrificarse pidiendo permiso en el trabajo para llevar a su hijo a las sesiones de quimioterapia y poder cuidarlo en su hogar. No obstante, debió volver a su trabajo porque dependen económicamente de ese ingreso.

A inicios del 2019, ya restablecido del tratamiento, doña Juanita supo de la existencia del programa de fútbol de amputados y decidió llevar a Gabriel.

Ese día fue mágico. A Gabriel le brillaron nuevamente los ojos y descubrió una disciplina en la que podía volver a practicar el deporte que tanto amaba.

Jhanny Flores y Harold Villalobos, precursores del fútbol de amputados, vieron sus condiciones y rápidamente lo invitaron a formar parte de la disciplina de uno de los equipos, Club Morado, que actualmente es el equipo de fútbol de amputados de Curridabat.

También le contaron sobre un campamento que se haría en Alemania ese año para futbolistas amputados. Gracias al apoyo de patrocinadores, Gabriel pudo viajar junto con otros cuatro niños y tener esa inolvidable experiencia.

Ahí compartió con jovenes de Holanda, Francia, Japón, Italia, España y muchos otros países.

Lo aprendido le ha servido de mucho en su experiencia con el equipo.

“Es uno de los niños  más disciplinados que he visto. Él entrena con adultos debido a que en Costa Rica no existe liga para niños.

“Hace los trabajos que hacen las demás personas. El no tiene diferencia por ser un niño, sino que se amolda al trabajo que se hace día a día”, apuntó Christian Alfaro, entrenador del equipo Futbol Amputados de Curridabat.

Es goleador

Durante el campamento en Alemania, en 2019, Gabriel pudo compartir con otros cuatro jóvenes. (cortesía Juanita González)

De momento, Gabriel no puede jugar con el equipo por ser tan pequeño. El reglamento establece que debe cumplir 16 años para estar inscrito.

Sin embargo, puede jugar encuentros de exhibición y los colectivos de entrenamiento, donde es uno de los goleadores del equipo, pese a su corta edad.

No falta a ningún entrenamiento, aunque eso implique un sacrificio para Gabriel y su madre. Lo importante es que siga disfrutando de una actividad que lo hace muy feliz.

“El a veces llora. Y yo le digo que el mundo no se va a detener porque le falta su piernita. El mundo sigue, pero usted puede más porque tiene la capacidad de seguir adelante”, le dice su madre.

Tal es su destreza, que nada parece ser obstáculo para el joven Gabriel. Incluso puede andar en bicicleta.

Gabriel anda en bicicleta sin mayor problema. (Cortesía Juanita González)

Fuera del campo, Gabriel revela su timidez. Pero más que con sus palabras, su actitud revela que quiere llegar lejos en este deporte. Desea estudiar inglés, pues sabe que algún día lo necesitará para comunicarse con otros futbolistas cuando le toque salir de nuevo a representar a nuestro país.

Ojalá esta vez lo haga vistiendo los colores de la Selección Nacional.

Proyecto de superación

El equipo de fútbol de amputados de Curridabat, que acoge al pequeño Gabriel en sus filas, es un equipo compuesto por jugadores de todas las edades.

El fútbol para amputados se practica en una cancha de 60 x 70, y los partidos se juegan en dos periodos de 25 minutos, con un descanso de 10 minutos. Cada equipo tiene seis jugadores de campo, quienes no cuentan con por lo menos una de sus extremidades inferiores y deben jugar con muletas. También juega un portero, quien no puede tener una de sus extremidades superiores.

Equipo de Curridabat Fútbol Amputados (Cortesía Juanita González)

No hay límite de sustituciones, y los jugadores pueden entrar y salir cuando el entrenador lo requiera. Por eso, se trata de que la mayoría de los jugadores puedan tener participación en los partidos.

“Muchos de los integrantes del equipo descargan sus problemas del día a día cuando salen a entrenar. Es muy importante para ellos, pues pasan momentos difíciles, caen en depresión. El deporte es un escudo para ellos, y por eso no le cerramos la puerta a ninguno, sin importar la edad que tengan”, señaló Alfaro.

El equipo se entrena en Curridabat, a la espera de que pueda autorizarse el inicio del campeonato.

El estratega agregó que el equipo cuenta con el apoyo de varios patrocinadores y esperan cerrar pronto un convenio con Costa Rica Azul, con el que esperan sumar más apoyos que permitan que estas personas puedan seguir practicando lo que les apasiona.

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