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Conozcan a la niña robot

Natala C. Alfaro para El Observador Gracias por darle click a este artículo. Hoy cumplo 2 años de ser bloguera…

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Conozcan a la niña robot
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Natala C. Alfaro para El Observador

Gracias por darle click a este artículo. Hoy cumplo 2 años de ser bloguera en este maravilloso medio de comunicación y pues bueno, quiero hacer algo diferente y contarles mi historia; el porqué Natalia Alfaro les habla de tecnología, innovación y transferencia de conocimiento.

Como toda niña de los 90´s era de esperar que jugara con barbies, la muñeca que lloraba y la cocinita. En mi caso les arrancaba sus cabezas y las ponía como ofrenda a mis animales de peluche en mis rituales de safari y robots. Tuve una fascinación profunda en desarmar todos los juguetes, ver cómo estaban compuestos y cuento corto… mi sueño era ser astronauta. ¡Ay pero qué cliché ir a la luna! … pero esperen, sigan leyendo.

Recuerdo mi primer trabajo en una lavandería. Tenía 15 años. Claramente no lo encontré aplicando a un “job post”; mi mamá le solicitó a uno de sus clientes que si podía darle trabajo a “la chiquita” porque, bueno, ya estaba grande y quería que empezara a conocer el valor del esfuerzo y el dinero (los que son papás saben perfectamente de lo que hablo).

El punto es que en mis vacaciones de navidad, me contrataron para enseñarle al adulto mayor, que administraba la lavandería, que dejara de llevar sus cuentas en papel y aprendiera a utilizar la computadora.

Luego, ese tipo de actividad se llamó digitalización y, hoy en día, es lo que conocemos como transformación digital. Y pues bueno, volviendo a la historia, esas ganas de conquistar el espacio seguían en mí.

Devoraba libros y documentales por horas, y pasé los 7 años de edad y las ganas no se fueron, como en la mayoría de niños. Sin embargo, el miedo y la realidad de no ser suficientemente buena, por no decir malísima en matemáticas, ya hacían que volviera a ser una adolescente promedio.

Y así fue. No me hice ingeniera espacial, es más, ni siquiera apliqué a una “U” pública por la incertidumbre al rechazo. Terminé estudiando Relaciones Internacionales pero gracias a eso, mi sueño de ir a la luna se cumplió.

Desde que hice mi tesis sobre cómo la producción de conocimiento tecnológico se convierte en una herramienta de desarrollo económico analizando el proyecto VASIMR de Franklin Chang, ¡boom! Mi vida profesional despegó y no me alcanzaría un podcast para contar todas mis anécdotas.

Mentores maravillosos como Max Cerdas, exsecretario ejecutivo de Conicit, Marcelo Jenkins, exministro del Micitt, Alejandra Sanchez, AH by Lego Education, compañeros y amigos como Yarima Sandoval, Alexander Barquero, Ethel Abarca, Irene Rodriguez, en fin, muchas personas confiaron en mí y me apoyaron. Esto es lo que me ha permitido por más de 9 años gestionar y liderar proyectos de tecnología e innovación en Latinoamérica y Europa.

En 2018, luego de regresar de mi maestría en Barcelona y trabajar un rato por allá, fundé lo que hoy se conoce como WR Learn, pero que jurídicamente se sigue llamando Womens Robotics. Es un proyecto que al día de hoy mantiene su filosofía de que las personas y, especialmente las mujeres, se apropien del conocimiento; que vean en la tecnología e innovación una herramienta para sacar sus negocios y vidas adelante.

Escribiendo este artículo a la niña robot se me mueven las fibras. Solo puedo decir gracias a las marcas corporativas como GBM, Cognizant, Lion Resources, Hypercore Networks, HP, Bimbo,Universidades, Colegios, emprendedores que han confiado en nosotros y ayudado a trascender y dejar un legado.  

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