Paula Ruiz
La Contraloría General de la República (CGR), estimó que en un escenario crítico, la caída en ingresos para este año podría rondar el 4,11% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras en uno optimista, alcanzaría el 1,87% del PIB.
Las estimaciones fueron presentadas este jueves a los diputados de la Comisión de Hacendarios, donde la contralora Marta Acosta, agregó que un escenario intermedio rondaría entre el 2,47% y 3,11% del PIB.
Ante este panorama y un nivel de endeudamiento que aumentó 3,9 puntos porcentuales entre diciembre de 2019 y mayo de 2020, Acosta advirtió que serán necesarios ajustes estructurales y aportes de todos los sectores.
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“Reducir gasto no es es solo de carácter presupuestarioo, sino estructural, de fondo, que hay que revisar más allá de los gastos de partidas, revisar exoneraciones, evasión, elusión, comprar en SICOP, poner en caja única para ahorrar, revisar el diseño del Estado, hay muchas cosas por hacer, más allá de esto”, dijo.
“Siempre se dijo que reforma fiscal era buen paso pero, no suficiente sin cambios estructurales y se nos vino la pandemia sin cambios y tenemos doble peso, se los digo francamente: la preocupación es profunda porque cuando uno decía que ahí viene el lobo, el lobo ya llegó, el tema es ver cómo nos juntamos y ver cómo enfrentamos esta situación y todos vamos a tener que aportar yo leo noticias y un sector no quiere y otro no quiere (aportar), pero todos debemos aportar y entre más tiempo pase, se agrava la situación”, agregó Acosta.
La contralora Marta Acosta estuvo en audiencia en la Comisión de Asuntos Económicos que se realizó en Plenario. Cortesía.
Es difícil
La contralora estuvo en audiencia para referirse al presupuesto extraordinario de la República que fue presentado al Congreso el lunes anterior.
La jerarca reconoció que el recorte neto del gasto es de ¢195.000 millones y no de ¢328.000 millones, como lo anunció el Gobierno.
Acosta reconoció que no es fácil aplicar recortes en instituciones públicas, máxime cuando la partida en remuneraciones representa el mayor porcentaje. Por eso, recordó que en la Contraloría aplican salario único, lo cual les ha permitido ahorros en esa partida.
“Cuando a mí me dicen, es difícil, porque tenemos niveles altos en partida de remuneraciones, nosotros generamos ahorro importante en remuneraciones porque tenemos salario único, ese es otro tema, pero no todas las instituciones tienen eso”, sentenció.
La contralora agregó que con la emergencia nacional, se ha permitido un ahorro en rubros como electricidad, agua, combustible y capacitaciones, debido a que los empleados públicos realizan teletrabajo.
Sin embargo, no es suficiente “meter un pellizco por aquí y otro por allá”, sino que se requieren cambios estructurales.
“Las instituciones tienen que seguir haciendo esfuerzos para ahorrar y reducir gasto, con la pandemia todos hemos ahorrado pero no es suficiente para el problema que tiene el Gobierno de la República”, apuntó.
En el recorte pretendido por el Gobierno, una de las partidas más afectadas es la transferencia a juntas de educación y administrativas con ¢39.250 millones neto, el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) por ¢38.200 millones neto y las Municipalidades con ¢34.474 millones, también neto.
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