Avenida O

Convierta su viaje en elevador en una oportunidad de negocios

El viaje en ascensor… una oportunidad para hacer networking y conocer gente. Nuestra consultora en etiqueta y protocolo, Andrea Acosta, nos da algunos consejos para sacarle provecho a estos segundos.

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Convierta su viaje en elevador en una oportunidad de negocios
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Por Andrea Acosta Feoli para El Observador
Consultora en etiqueta y protocolo

La próxima vez que se suba en un ascensor, véalo como una oportunidad de networking para conocer mejor a la gente y aprovechar oportunidades en su vida laboral o social. No se consuma en su celular.

Al analizarlo: cuando estamos en un elevador, estamos compartiendo nuestro espacio personal con extraños. Esta es la razón por la cual es importante saber cómo actuar de acuerdo con algunas reglas de convivencia social.

Así que, aquí hay cinco tips para su próximo viaje:

  1. Mantenga la calma. El miedo a los elevadores es muy común. Pero ¿Sabía usted que, según datos de aseguradoras, es 52% más probable que una persona sufra daños al ser golpeado por un meteorito que por un accidente en un ascensor? Mi primer consejo es subirse con tranquilidad, y también ser conscientes de que las personas se ponen nerviosas.
  2. Sepa adónde ir. ¿Alguna vez de niño se montó en el elevador y presionó todos los botones por diversión? Hoy, que el tiempo es más valioso que nunca, dudo que le hiciera mucha gracia si va camino a una reunión -o una cita- y alguien le haga lo mismo. Si se va a subir en un ascensor, lo ideal es que ya sepa donde se dirige para que no esté presionando varios botones ni atrasando a los demás.
  3. Saludar cuando usted o alguien más suba o baje. “¡Buenos días!”, “¡Buenas tardes!” Uno saluda y la gente se sorprende a veces. Lo cierto es que, estas frases le sacan una sonrisa a cualquiera y abren paso a esa conversación que estamos buscando.
  4. Evitar el celular. Especialmente si está viendo redes sociales o peor aún, hacer una llamada. Nadie tiene por qué enterarse de qué pasa en su Facebook, de si pasa o no al supermercado de camino a la casa, etcétera. La privacidad en un elevador no existe.
  5. La etiqueta; para todos. Siempre he pensado que la etiqueta aplica a todos por igual, más que a “damas” y a “caballeros”. A veces lo práctico se convierte en el mejor ejemplo de buenos modales. Si usted es la persona más próxima a la puerta, cuando esta se abra, preocúpese por no obstaculizar el paso. Si todavía no es su piso, igual puede bajarse, dar espacio y luego volver a subirse.

Nunca se sabe cuándo estará frente a la oportunidad de hacer el famoso “elevator pitch”. En usted está el aprovechar esta oportunidad o dejarla ir por descuido. Su próximo éxito laboral, o social, está al alcance de sus manos practicando cortesía día a día.

Andrea Acosta Feoli es consultora en etiqueta y protocolo graduada de Protocol School of Washington
Facebook:
Uno Etiqueta
[email protected]

Temas: