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Costa Rica alcanza récord en consumo de cigarros de contrabando: 4 de cada 10 son ilegales

El mercado de los cigarros ilegales creció exponencialmente durante los últimos meses en Costa Rica. Mientras que para el año…

Por Josué Alvarado

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Costa Rica alcanza récord en consumo de cigarros de contrabando: 4 de cada 10 son ilegales
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El mercado de los cigarros ilegales creció exponencialmente durante los últimos meses en Costa Rica.

Mientras que para el año 2018 de cada 100 cigarrillos comprados en los hogares 23 se habían conseguido de forma ilegal, para la última medición del 2021 la cifra llegó a 40 de cada 100.

Ya desde el 2018 los cigarros se perfilaban como el producto con más ventas ilegales, pero los nuevos registros apuntan a que no solo ocupa el primer lugar, sino que casi acapara la mitad del mercado.

Estos son datos extraídos de un estudio hecho por el Observatorio del Comercio Ilicito (OBCI) de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR).

Mil millones de cigarrillos sin regulación

Mil millones de cigarrillos circulan en el mercado ilegal de Costa Rica actualmente, según las estimaciones de la cámara. Son manufacturados en India, Corea o China y traídos a Centroamérica vía marítima hasta Panamá o Nicaragua. De aquí atraviesan los poros de las fronteras hasta llegar a todas las provincias.

Para la cámara el impacto no es solo para la industria legal. Solo las pérdidas por recaudación de impuestos debido a este mercado ilícito se calcula en $55 millones.

El efecto negativo también se da en el campo de la salud. Para el año 2018 cuando se reportaban 23 cigarrillos ilegales de cada 100, un estudio encontró que más del 50% de las muestras analizadas concluía que estos contenían restos de madera, lo que es perjudicial para la salud y fuera de las regulaciones costarricenses.

Pobreza y falta de control 

Para el director del observatorio, Jairo Mena, hay dos razones principales por las que se da este aumento en la circulación de cigarrillos ilegales.

Primero, los costarricenses atraviesan una difícil situación económica, lo que los lleva a conseguir productos más baratos, aunque sea una venta ilegal y esté en juego su salud.

Mientras que una cajetilla de cigarros contrabandeados cuesta unos ¢400, una cajetilla regulada alcanza los ¢2.000.

"Es una diferencia exponencial (...) Es una desventaja para el comercio legal bastante fuerte y es algo muy atractivo para el consumidor. Pero hay que concientizar en que esto está muy ligado al desempleo y pobreza, lo que empuja a las personas a este tipo de consumo", señaló Mena.

Decomiso de cigarros de contrabando. (Archivo/El Observador)

Por otro lado, estos cigarrillos están entrando al país a través de las fronteras terrestres, lo que evidencia algunas dificultades de los cuerpos policiales para identificar este tipo de prácticas.

Pese a ello, hay otros miles de cigarros que sí son retenidos y decomisados. Los últimos casos ocurrieron en en cantón fronterizo de Corredores, donde se encontraron 100.000 unidades. Además, en Los Chiles de Alajuela se hizo el decomiso más importante en lo que va del año: 190.800 unidades que transportaban en el lomo de un caballo.

OBSERVE MÁS: Policía de Fronteras realiza su mayor decomiso de cigarrillos de contrabando

La Cámara de Comercio identificó que la mayoría de estos cigarrillos son producidos en el extranjero. Esto provoca que no tengan las tradicionales etiquetas en las que se previene sobre los efectos en la salud. La falta de esta señalización es una de las pistas.

Además, se ha encontrado que se venden tanto en zonas públicas como en algunos comercios que aprovechan su permiso legal para vender productos de este tipo.

Para el OBCI es importante que la población haga conciencia sobre el daño que se le provoca a las empresas que sí se apegan a la normativa y también el peligro que corre su salud debido al consumo de productos sin registro sanitario.