Tomás Gómez
Desde agosto anterior el Gobierno había anunciado que Costa Rica recibiría a un grupo de mujeres afganas, cuyas vidas peligraban por el regreso del régimen talibán al país asiático.
La iniciativa era liderada por la vicepresidenta Epsy Campbell. Ella tuiteaba mensajes en español e inglés pidiendo la creación de un “Frente Humanitario para las mujeres y las niñas afganas”.
En total se habían abierto las fronteras para 48 mujeres, quienes laboraban para las Naciones Unidas.
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A cinco meses de esos anuncios -que incluso recibieron una felicitación por parte de Estados Unidos-; ni una sola de las extranjeras ha llegado al país.
El despacho de la vicepresidenta Campbell confirmó que la asistencia ya quedó descartada y que las mujeres se quedaron en Europa.
“El gobierno de Macedonia del Norte otorgó visados a corto plazo al personal del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en situación de riesgo, quienes permanecen ahí en la actualidad”, se indicó a El Observador.
Costa Rica @CarlosAlvQ has opened its borders and will serve as a humanitarian bridge for Afghan women looking for refuge. We must all take necessary steps within our scope of action to safeguard the lives and well-being of the children and women of Afghanistan. (2/3)
— Epsy Campbell (@epsycampbell) August 17, 2021
Afganistán y sus amenazas
El régimen talibán había sido depuesto en 2001. Con la salida de las tropas estadounidenses, sin embargo, logró recuperar el poder en Afganistán a mediados del año anterior.
Debido al brutal historial de derechos humanos de los talibanes, decenas de miles de afganos intentan huir del país, en medio de la conmoción de la comunidad internacional.
Inicialmente, los nuevos voceros de los talibanes prometieron un nuevo marco de derechos para las mujeres. Pero, con el paso de los meses se han dado marcados retrocesos.
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Entre ellos destacan nuevas limitaciones para acceder a la educación, regreso de códigos de vestimenta y una prohibición para viajar más de 70 kilómetros si no las acompaña un hombre de su familia.
También se redujo la aparición de mujeres en televisión y se ordenó que los maniquíes de las tiendas no tengan cabeza.
Miles de personas intentaron huir de Afghanistan al regresar los talibanes al poder (AFP)
