Tomás Gómez
A poco más de dos semanas de que el régimen sandinista realice las polémicas elecciones en las que busca un cuarto gobierno consecutivo en Nicaragua, los países vecinos unen fuerzas para cuestionar el proceso.
Durante la visita hecha por el presidente Carlos Alvarado a su homólogo panameño Laurentino Cortizo, ambos advirtieron las dudas de sus administraciones sobre el futuro político de Nicaragua.
Según expresaron los gobernantes, “el desarrollo del proceso electoral en ese país no reúne las garantías para elecciones libres, justas, inclusivas y transparentes”.
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A ello agregaron que se ve un deterioro en los Derechos Humanos.
Finalmente, se pidió una vez más la liberación de las decenas de presos políticos que mantiene el régimen.
Los presidentes Alvarado y Cortizo también se reunieron con el mandatario dominicano Luis Abinader (Presidencia)
Más dudas internacionales por Nicaragua
Las cuestionadas elecciones nicaragüenses están convocadas para el domingo 7 de noviembre.
Junto con la fórmula presidencial, encabezada por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta, aparecen 5 partidos más con algún grado de afinidad.
Decenas de aspirantes fueron encarcelados y a los partidos opositores se les canceló la personería jurídica, haciéndoles imposible llegar a la contienda.
Ello llevó a la oposición a pedir que los ciudadanos se abstengan de votar y se impida así legitimar el proceso.
En las últimas horas, la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió resoluciones que exigen mejorar las garantías de las elecciones y liberar presos políticos.
Las medidas fueron apoyadas por 26 de los 34 miembros activos del bloque regional. Argentina, Barbados, Bolivia, Guatemala, Honduras, México y San Vicente y las Granadinas se abstuvieron. No hubo votos en contra.
