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Costarricenses sufren más apagones, y por lapsos más largos, que hace 8 años atrás

La cantidad de ocasiones en las que se interrumpe el servicio eléctrico a los costarricenses ha aumentado del año 2013…

Por Josué Alvarado

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Costarricenses sufren más apagones, y por lapsos más largos, que hace 8 años atrás
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La cantidad de ocasiones en las que se interrumpe el servicio eléctrico a los costarricenses ha aumentado del año 2013 al 2021.

Mientras que en aquel año eran siete interrupciones por año, el año pasado se registraron ocho.

También aumentó el tiempo promedio de la interrupción. Antes duraban cinco horas y 48 minutos. Sin embargo, actualmente duran ocho horas.

Así lo demuestra un estudio de la calidad del servicio eléctrico realizado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep). Según esta institución la “continuidad del servicio de electricidad muestra deficiencias”.

En total se evaluaron las ocho empresas que distribuyen energía en el país y que a aparecen en la siguient lista.

Las empresas aparecen en orden, arriba las que hicieron menos interrupciones y al final las que reportan más eventos de este tipo.

  • Junta Administrativa del Servicio Eléctrico de Cartago (Jasec)
  • Coopealfaro, R.L.
  • Coopelesca, R.L.
  • Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH)
  • Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL)
  • Instituto Costarricense de Electricidad (ICE)
  • Coopesantos, R.L.
  • Coopeguanacaste R.L.

Principal causa: cables en contacto con flora y fauna

Factores externos a las empresas son los que provocan la mayoría de interrupciones del servicio eléctrico en Costa Rica. Por ejemplo, la principal causa (23% de los casos) es el contacto de flora y fauna con la red.

En el caso de las causas internas representan el 43,5%. La principal razón es fallo en los materiales y equipos con un 89% de la ocurrencia.

La Aresep informó que solicitará a las empresas eléctricas la elaboración de estudios en los circuitos que presentan mayores deficiencias en continuidad, como un requisito indispensable para el reconocimiento de inversiones en futuros estudios de ajustes tarifarios.