Tomás Pueyo, creador del concepto de ‘El Martillo y la Danza’ considera que Costa Rica está realizando pocas pruebas para detectar los casos de COVID-19, por lo que no es posible conocer el verdadero impacto de la enfermedad.
Pueyo estimó que alrededor de 1 de cada dos pruebas realizadas están dando positivo, mientras que se recomendaría hacer suficientes para que menos de 1 por cada 10 sea positiva para hacer una trazabilidad efectiva.
OBSERVE MÁS: ¿En qué consiste la estrategia del martillo y el baile para avanzar a la fase 3 de aperturas?
El país registra 386 muertes y 36.307 casos confirmados desde el inicio de la pandemia, con lo que la letalidad se estima un poco por encima del 1%, lo que sería “sorprendentemente baja”. Pero si todos los casos positivos se registraran con un mayor número de pruebas, sería aún menor, según Pueyo.
A partir de eso concluye que, debido a la baja letalidad que ha tenido el país, el Gobierno debe ir reemplazando sus martillos por la danza en “todo lo que pueda”.
El artículo de Pueyo hace un balance de medidas con la “danza” para recuperar la normalidad ha influenciado la respuesta al COVID-19 de diversos países, incluyendo a Costa Rica. Incluso, el presidente Carlos Alvarado indicó en junio que el país se movería bajo una estrategia «del martillo y el baile» durante la fase de reapertura.
Pueyo participará del evento virtual TEDxPVSalón: Financiero 2020 este jueves a las 5:30pm, por lo que publicó un análisis en sus redes sociales que preparó en anticipación de la conferencia virtual.
Hoy he mirado un poco la situación del #coronavirus en Costa Rica en preparación para el TEDx Salon Pura Vida de mañana. Aquí va un pequeño análisis. Hilo [1/
(Ésta es mi nueva cuenta en Español. Si quieren recibir mis análisis en Español, síganme aquí) pic.twitter.com/fw2iELjCE8
— Tomas Pueyo (cuenta oficial en español) (@TomaspueyoE) August 27, 2020
Trayecto por el país
La prevalencia en el país ha sido de unos 200 casos por 100.000 habitantes durante las últimas dos semanas, con casos activos en todo el territorio, aunque mayoritariamente concentrados en San José y sus alrededores, señaló.
“Está bastante alta, muy parecida a la de otros países como latinoamericanos como Colombia, Brasil o Panamá. Personalmente, creo que los números de Nicaragua no parecen muy creíbles, sobre todo porque la prevalencia en Costa Rica con la frontera nicaragüense es alta”, consideró.
Además, los casos activos que ha registrado el país reflejan algunos brotes iniciales se relacionan con los dos países vecinos, según Pueyo.
“Los casos parecen llegar de Nicaragua primero, hasta que llegan a San José, donde explota el virus en julio. También parecen llegar a partir de julio casos del sur, de Panamá”, comentó.
“Los casos totales han seguido subiendo desde marzo, aunque durante los primeros meses se mantuvieron muy bajos. Se debe sin duda al martillazo temprano que dio el gobierno”, agregó.
“Esta alta prevalencia es un patrón que se ve en varios países de riqueza media o baja, donde aún con la aplicación del martillo acaba siendo alto el número de casos. Eso no significa que fuera errónea la decisión de aplicar el martillo”, defendió Pueyo.
“Gracias a ello, se dio tiempo al sistema de salud a fortalecerse, y se pudo aprender del virus, cómo se comporta, y cuál es la letalidad real”, agregó.
Aunque los datos oficiales de letalidad estarían en alrededor del 1-2% de los casos en Costa Rica, medido como el CFR (Case Fatality Rate, muertes oficiales por casos oficiales), Pueyo señala que es probable que el IFR (infection fatality ratio, muertes entre casos totales) esté por debajo del 0,5%, tal vez incluso tan bajo como 0,2%.
“Esto se puede deber a que Costa Rica tiene una población joven, a que las infecciones pueden ser menos fuertes debido a más tiempo pasado al aire libre, o a que ahora los tratamientos son mejores. En todo caso, vale la pena celebrarlo”, comentó.
“La danza”
Los datos también significan que el costo-beneficio de las medidas es distinto en Costa Rica contra los países ricos.
En Costa Rica, tiene un mayor costo frenar el virus mientras que el beneficio que obtiene es menor. Por ello, podría considerar tres opciones, según Pueyo:
- Abrir las medidas del país para que los contagios suban
- Mantener los casos actuales, incluso un poco más altos, siempre y cuando no sobrepasen la capacidad del sistema de salud, reemplazando las medidas duras por medidas inteligentes, como testeo-rastreo-aislamientos
- Trabajar aún más duro para suprimir los casos.
La opción más lógica para Pueyo sería la segunda, aunque indica que no conoce los datos en detalle. La primera conllevaría el riesgo de sobrepasar la capacidad del sistema de salud, llegando a un “un reguero de muerte” como en países como Brasil.
Por su parte, la tercera opción de parar los casos por completo no parece realista, ya que el martillo no lo consiguió en el país. Tampoco parece necesario, según Pueyo.
“Eso significa que Costa Rica debe ir reemplazando sus martillos por la danza todo lo que pueda”, concluye.
Estas medidas incluyen:
- Testeo
- Rastreo de Contactos
- Aislamientos para los infectados
- Cuarentenas para sus contactos
- Mascarillas
- Higiene
- Educación pública
- Distanciamiento físico
- Evitar juntarse en lugares cerrados
- Mejorar la ventilación de lugares cerrados
- Reducir las aglomeraciones
- Restringir los viajes provenientes de países con prevalencia mucho más alta