A cinco días para el partido contra Nicaragua, el debut de Costa Rica en la Copa de Oro 2019, cunde la preocupación en torno a la Tricolor pues apenas se han vendido 10 mil entradas para el Estadio Nacional, según el último corte realizado.
Y no es que la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) vaya a tener pérdidas económicas, pues todo el torneo es administrado por la Concacaf.
El asunto es que federativos, cuerpo técnico y jugadores no desean jugar este partido -el primero de la Copa de Oro que se realiza fuera de territorio norteamericano- con La Joya semivacía, pese a que tiene un aforo para 35.100 cupos.
Y es que las entradas no son baratas, pues en sol cuestan ¢12 mil, en sombra ¢23 mil y en preferencial ¢28 mil.
En las últimas horas se ha lanzado una campaña publicitaria con el fin de estimular a los aficionados para que asistan a las gradas del Nacional el domingo a partir de las 6:30 p. m. y brinden su apoyo a los jugadores.
Es así como hasta el técnico, el uruguayo-argentino Gustavo Matosas, revivió su habitual faceta de showman y grabó un vídeo en ese sentido.
El divorcio
El “divorcio” entre Tricolor y afición es muy fuerte, pues los hinchas resienten los malos resultados del plantel, que empiezan con el pobre proceso hacia el Mundial de Rusia 2014, la vergonzosa participación en la copa rusa y se extiende a los últimos partidos.
Tras un breve respiro durante el interinazgo de Rónald González en el banquillo de la Tricolor, se nombró a Matosas, un técnico que es percibido por los seguidores de la Sele más como dandi que como estratega.
De los cuatro partidos que ha dirigido con la Sele, Matosos cosechó tres derrotas y una victoria, precisamente un 1-0 frente a Jamaica en el Estadio Nacional.
En esos cuatro encuentros, ha encajado cuatro tantos y solo ha conseguido concretar uno, el de la victoria ante los jamaiquinos.
Los otros resultados -todos reveses- fueron: 2-0 contra Estados Unidos en California, 1-0 contra Guatemala en tierras chapinas y, el último, 1-0 contra un Perú en Lima.
Con esos números y la percepción de que el timonel usa a Costa Rica como un escaparate para conseguir un mejor contrato es difícil que los aficionados asistan al debut de la Tricolor en el torneo más importante de nuestra confederación.
Además, el rival no ayuda. Más allá de que un costarricense -Herny Duarte- sea el técnico y que haya avanzado bastante en su fútbol -viene de perder 5-1 con la Argentina de Messi-, Nicaragua es un equipo más que modesto, incluso en el ámbito centroamericano.