Natalia Calderón para El Observador
Estamos viviendo momentos muy desafiantes y como neuropsicopedagoga que atiende niños todos los días, puedo percibir su irritabilidad y cansancio emocional.
Recordemos que el hogar debe ser el puerto seguro para nuestros hijos, y su salud emocional es una prioridad, al igual que la nuestra. Por tanto pongamos como prioridad el autocuidado de padres y niños.
Por tanto es fundamental el uso de rutinas (responde diferente un cerebro con rutinas a uno sin estructura).
- Estrategias de autocuidado del adulto para poder educar en la calma y en la paz. Un padre o madre desregulado, no podrá llevar a cabo la conexión y la empatía necesaria.
- Identifique los desencadenantes para anticipar las situaciones de crisis.
- La rutina con fotos es fundamental para los aspectos básicos de alimentación, descanso, uso de pantallas, tiempo especial, hora de lectura y otros.
- Siempre use las opciones, eso le dará más poder al niño y adolescente.
- No se enfoque en el comportamiento, revise las necesidades subyacentes.
- Sea la calma en la tormenta. Baje la voz, haga contacto ocular, respire antes de conectar.
- Muéstrese disponible emocionalmente.
- No use castigos, premios, ni gritos. Es momento de empatizar.
- Permita o fomente espacios para que sus hijos expresen cómo se sienten y vean opciones para mejorar.
- Sea afectuoso, firme, pero afectuoso. El equilibrio es muy importante.
- Los niños y jóvenes necesitan hacer ejercicio físico cada día.
- Tome en cuenta una rutina de mindfulness o respiración consciente para ayudar al equilibrio emocional.
- Pida ayuda, si la irritabilidad es constante consulte con un psicólogo infantil. Es mejor prevenir y en medio de una pandemia las emociones están a flor de piel.
Juntos lo vamos a lograr.
