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Cuatro ticas buscan revolucionar la odontología, en armonía con el ambiente

Son estudiantes de tercer año de odontología de la Universidad de Costa Rica (UCR) y acaban de presentar al público…

Por Paula Umaña

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Cuatro ticas buscan revolucionar la odontología, en armonía con el ambiente
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Son estudiantes de tercer año de odontología de la Universidad de Costa Rica (UCR) y acaban de presentar al público un instrumento que pretende evitar el uso de más de 800.000 desechos plásticos de uso odontológico. 

Ellas son Nicole Miranda, María Guevara, Yulieth Segura y Catalina Serra, las cuatro mujeres que buscaron una alternativa ante la alta contaminación por desechos de plástico provocados por los “suctores dentales” utilizados en los establecimientos odontológicos, que son de un solo uso y luego son desechados. 

Este instrumento succiona la saliva y otros líquidos orales. Según datos de la UCR, su Facultad de Odontología utiliza 166 suctores al día, es decir, alrededor de 1.000 a la semana.

¿Cuál es la solución de las futuras odontólogas? Un suctor autoclavable fabricado con material metálico de grado quirúrgico y que puede ser utilizado múltiples veces por los especialistas, al que bautizaron bajo el nombre “Cuak”.

Para las estudiantes, el aparato que presentaron al público hace unos días en la Tercera Feria de Innovación de su facultad, es un gran paso para el gremio en la adopción de prácticas más sostenibles con el ambiente.

Según datos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (Meic) en el país están registrados alrededor de 230 establecimientos odontológicos y si cada una de estos atendiera 12 pacientes, en un año podría generarse el desecho de más de 800 mil suctores.

Prototipo ideal 

Para llegar al prototipo final de Cuak las estudiantes inicialmente probaron con diversos materiales, pero ninguno pasó las pruebas: se deformaban al ser esterilizados, no resistían al calor o bien, no eran funcionales. 

“Pensamos hacer algo biodegradable, pero igual iba a usarse solo una vez. Por eso decidimos hacerlo de metal y este material cubrió todas las expectativas que esperábamos”, explicó Nicole Miranda, una de las estudiantes. 

Cuak fue manufacturado con un metalúrgico y consta de un tubo y una boquilla de acero inoxidable, que puede desenroscarse para ser esterilizada por los profesionales en salud bucal. 

En cuanto a comodidad para el paciente, las estudiantes realizaron múltiples pruebas en estudiantes y la experiencia fue satisfactoria. 

Ahorro para los odontólogos

Además de ser una esperanza para el caos ambiental que ha provocado el ser humano, Cuak constituye un ahorro para los bolsillos de los odontólogos, que invierten hasta ₡13 colones en cada uno de los suctores de plástico. 

Tras este gasto, los especialistas también deben desembolsar dinero para que una empresa gestiones esos desechos bioinfecciosos.

De acuerdo con Miranda, el precio del suctor Cuak rondaría los ₡11.000, aunque aseguró que si su producción se genera a gran escala, esta suma bajaría de forma considerable.

“La vida útil del material depende de cómo se cuide y se lave, puede durarle toda la vida, no tiene una vida útil definida”, explicó la estudiante de odontología. 

Ahora, las estudiantes pretenden patentar el suctor autoclavable, buscar financiamiento y así llevar el instrumento al mercado odontológico: “queremos sacar el proyecto adelante, hacerlo realidad”, dijo Miranda. 

Además, no descartaron tomar en cuenta otros materiales utilizados en los consultorios, que son desechados después de un solo uso, y explorar nuevas propuestas.  

Fotografías: Karla Richmond, Universidad de Costa Rica (UCR).


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