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Daddy Yankee hizo de las suyas: cantó, encantó y alabó a la tierra tica que lo envolvió en gritos

Karen Marín para El Observador Esta noche de sábado, el estadio Ricardo Saprissa estaba a oscuras habitado por un grito…

Por ElObservadorCR

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Daddy Yankee hizo de las suyas: cantó, encantó y alabó a la tierra tica que lo envolvió en gritos
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(Luis Eduarte cortesía de RPMTV)

Karen Marín para El Observador

Esta noche de sábado, el estadio Ricardo Saprissa estaba a oscuras habitado por un grito gigante: “¡Daddy Yankee, Daddy Yankee!”. Las luces se encendieron para dar paso a seis bailarines y a la puertorriqueña Zuleyka Rivera.

Ya con eso estaba todo dicho a las 8:30 p.m. El llamado Big Boss estaba a unos cuantos minutos de tomar el escenario. La modelo y actriz, conocida por ser la bailarina del video de “Despacito”, tomaba así su papel de presentadora.

Se encendieron las luces, y en una pantalla gigante apareció la imagen del que era la estrella de la noche; el Ricardo Saprissa gritó aún más fuerte.

Zuleyka Rivera pidió al público que gritará: “Ricki renuncia, ya viene Daddy Yankee” y el público obedeció. Dando así un banderazo de salida vinculado a la campaña que varios artistas han adoptado para pedir la salida del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló.

“Qué falta me hacía Costa Rica”

Y así, a las 8:38 p.m., todo vestido de blanco, Daddy Yankee se apareció en el escenario recibido con un grito ¡gigante!.

“Qué falta me hacía Costa Rica. Los extrañaba mucho”, dijo el Big Boss y entonces comenzó todo: la música, los gritos cada vez más fuertes, los brazos levantados y los coros del público.

Todo empezó “Con calma” y de seguido desató “Rompe”, y tanto él como el público, cantaron con el puño arriba.

“Gracias por hacerme sentir como en mi casa. Siento que estoy en mi tierra, Me quiero ir para tierra, Puerto Rico, con un bonito recuerdo”, decía Daddy Yankee ante un público que no paraba de seguir al pie de la letra sus canciones.

Un aforo, según datos oficiales de la producción, de 17.500 personas.

Un estadio que fue su coro

“No la trates de engañar”y “La batidora” siguieron en el repertorio ante un estadio que no paraba de cantar y gritar tanto en esas piezas como en “Qué tengo qué hacer”.

“Cada vez que vengo aquí me sorprenden más. Las latinas son diferentes. Las latinas son mujeres preciosas”, piropeaba Daddy Yankee al público, el que, por supuesto, le devolvía gritos a cambio de sus cumplidos.

“Llamado de emergencia” también fue bien recibida y luego vino el toque más urbano con “Somos de calle”, menos reguetón y mucho más rap.

“Dura” fue lo siguiente, aunque no apareció en el escenario Zuleyka Rivera como se había anunciado. Mientras que,”Shaky Shaky” fue el momento para que el Big Boss se dejará rodear de bailarines.

“Gracias a la gente que ha apoyado el género desde ‘La Gasolina'”, fue otra de las frases que Daddy Yankee lanzó al público, una vez más, en muestra de su afecto.

Jugar y cantar

Para cuando llegó “Limpia parabrisas”, Costa Rica vivió en carne propia lo que ya el Big Boss había hecho en otras versiones de este tema durante sus actuaciones en vivo: “apágueme las luces, maestro” y pidió a la gente que sacara sus celulares y los encendieran.

Con esa dinámica jugó con el gentío. Y al parecer el público lo disfrutó porque los gritos y los movimientos de cuerpo fueron evidentes.

Hits como “Lo que pasó, pasó” encendieron aún más al estadio, y el mismo efecto causó “Pasarela”, y “Machucando”, así que, para cuando llegó “La gasolina” el estadio reventó en coros gigantes y bailoteos.

Lo mismo pasó en “Despacito” donde el estadio tomó el protagonismo: Daddy no cantaba, cantaba el estadio en pleno.

“Ella me levantó”, ya casi al filo de las 9:30 p.m., iba anunciando que el concierto se acercaba a su final. Bailarinas tomaron de nuevo el escenario para matizar en “Lovumba” y cerrar a pocos minutos que dieran las 10 p.m.

“Hasta luego mi gente linda de Costa Rica. Pura vida, gracias de corazón. Gracias Costa Rica, te amo”, dijo.

“Me hacía mucha falta. Espero seguir viniendo más seguido a disfrutar de las playas y todas las bellezas naturales que tiene este país”, finalizó envuelto en una lluvia de confeti . Y el estadio, como lo hizo durante toda la noche, le respondía con gritos.

Pero como era de esperarse, regresó al escenario para hacer “Solo somos tú y yo”. Ese fue el punto y final a las 10 p.m. La gente abandonó el estadio, seguramente con “llevo el tiempo de los dos, oh, oh,” resonando en sus memorias.

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Fotografías: Luis Eduarte cortesía de RPMTV.

Colaboró con esta información Ana María Parra, periodista.