Sergio Arce
El presidente Daniel Ortega echó mano de una falsa afirmación sobre Costa Rica para descalificar a los obispos de su país.
En un discurso emitido en cadena de televisión con motivo de su primer discurso de “campaña electoral”, el mandatario sandinista acusó al clero nicaragüense de “terrorista”.
También los señaló de ser cómplices de un supuesto “intento de golpe” en su contra, informó el medio local Confidencial.
“¿Quién los elige a ellos? ¿Qué pueblo los ha elegido a ellos? ¿Cuántos votos han tenido ellos para que los elijan obispos?
“¡Ah! Pero ahí ellos como que fuesen electos, como que fuesen una autoridad electa y como que tuviesen derechos, ¿desde cuándo son esas las funciones de un obispo?”, cuestionó Ortega.
Instantes después lanzó la siguiente falacia relacionada con Costa Rica:
“Esos obispos son terroristas también, claro que son terroristas. En otros países estarían juzgados ya.
“Ahí mismo en Costa Rica estarían detenidos, estarían juzgados, porque tienen unas leyes ahí en Costa Rica donde le ponen condiciones a los sacerdotes y todo en cuanto al mensaje que pueden dar”, dijo Ortega.
El abogado penalista Ewald Acuña aseguró a este medio que las declaraciones del líder sandinista “están muy alejadas, distantes de la realidad jurídica de Costa Rica”.
El especialista indica que la Constitución Política solo establece la prohibición para beligerancia política para los miembros de la Iglesia católica.
Hasta el momento no se ha dado ningún caso de condena en Costa Rica contra un miembro del clero en función de sus palabras, agregó Acuña.
Más diatribas contra los obispos
En estos comicios -calificados de fraudulentos por la comunidad internacional- Ortega ha encarcelado a todos los precandidatos opositores.
El mandatario que controla el Poder Electoral aseguró que las elecciones se realizarán “en condiciones de paz”.
Según Ortega, los obispos —que en 2018 actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis sociopolítica— le entregaron “un documento vergonzoso, en nombre de los terroristas”.
Enojo con la Iglesia católica
Lo anterior en alusión a los opositores que eran la contraparte del Ejecutivo en la mesa de negociación, y que, a su juicio, servían “al imperio” de Estados Unidos.
En el documento los obispos “no pedían, exigían el retiro de todas las autoridades y que se instalaran los terroristas en el Gobierno al servicio de los yanquis”, sostuvo el mandatario.
Además dijo que dio por recibido el documento, dobló el papel y dio las gracias a los obispos.
“Dijimos que teníamos que recuperar la paz, porque en esos días no había paz en Nicaragua, lo que había era terror, y el país estaba paralizado”, aseguró Ortega.
Así justificó el mandatario la “Operación Limpieza” que lanzó en junio y julio de 2018.
En aquel entonces desplegó un ejército de policías y paramilitares para reprimir con armas de guerra las protestas cívicas en los barrios de Managua, Carazo, Masaya, Chontales, y otros departamentos del país.
También señaló a los líderes opositores que se encuentran encarcelados y acusados de “conspiración”.
“Los jefes, los que organizaron todo esto, los que idearon todo, eran los cuello blanco, los que no se ensucian sus manos, los que no se ensucian sus zapatillas, los que se sienten intocables, esos que están procesando ahora no son vírgenes puras, son terroristas”, agregó.
