Tomás Gómez
La misma Casa Presidencial a la que marchó en octubre anterior como rector para protestar por el presupuesto universitario será la que recibirá a Marcelo Prieto como nuevo Ministro de la Presidencia a partir del 1º de mayo.
A partir de ese día el abogado cambiará de trabajo para encargarse, fundamentalmente, de las relaciones entre Zapote y la Asamblea Legislativa.
Esa fue la orden principal otorgada por el presidente Carlos Alvarado el jueves por la noche al anunciar la designación.
Según el mandatario buscó a una persona con experiencia política, de confianza y que pudiera sumarse al autodenominado “Gobierno de Unidad Nacional”.
Así fue como dio con el académico de extracción liberacionista, que antes había sido diputado, embajador, alcalde y presidente Ejecutivo del Instituto Nacional de Aprendizaje.
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Las demandas que no defenderá
La designación de Prieto tardó segundos en desatar la polémica por dos motivos: su militancia política y sus acciones como rector.
Sobre las primeras dijo que en este momento “tenemos que dejar muy bien guardadas las banderas políticas”.
Sobre las demandas y acciones de inconstitucionalidad que firmó como rector de la Universidad Técnica Nacional (UTN) en contra del Gobierno por sus intenciones de someter a los empleados universitarios al régimen de salario único, afirmó que no habrá incompatibilidades pues no fueron interpuestas a título personal y que no le tocará a él defenderlas en tribunales.
“He venido expresando reiteradamente que el régimen de empleo público uniforme se le debe aplicar a las universidades pero el camino que se siguió no era el adecuado”, manifestó en alusión al decreto contra el cual se posicionaron las universidades públicas.
Sobre las críticas, el presidente Alvarado dijo había recibido una retroalimentación en su mayoría positiva pero que el nuevo ministro “no era un billete de ¢50.000 mil para caerle bien a todos”.
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La agenda postCOVID-19
A criterio del analista Sergio Araya, el puesto del Ministro de la Presidencia es el más político de todos y tiene un rol de liderazgo muy importante tanto dentro como fuera de Casa Presidencial.
En la coyuntura actual, dicha responsabilidad tiene un matiz especial dada la pandemia de COVID-19, donde es necesaria la negociación permanente de leyes y acuerdos con el Congreso tanto para atender la emergencia como para la reconstrucción económica que vendrá luego.
“En el contexto de crisis que se va a seguir extendiendo por mucho más tiempo, imagino yo por un par de meses en el mejor de los escenarios o de manera impredecible en el peor de los escenarios, se va a tener que seguir manejando mucho esa articulación donde la prioridad deberá seguir siendo los proyectos que versen en cómo enfrentar los efectos de la crisis”, destacó el experto.
Araya agregó también que la labor de Prieto arrancará en sesiones ordinarias, cuando son los propios legisladores los que fijan su agenda de prioridades.
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