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“Dejé mi vida social por ahorrar cada moneda y estudiar aviación”: la historia de la piloto tica del jet corporativo de Walmart

La sancarleña Marjorie Blanco dice que está cumpliendo su sueño más grande, con mucho orgullo y esfuerzo. Es un sueño…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
“Dejé mi vida social por ahorrar cada moneda y estudiar aviación”: la historia de la piloto tica del jet corporativo de Walmart
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La sancarleña Marjorie Blanco dice que está cumpliendo su sueño más grande, con mucho orgullo y esfuerzo.

Es un sueño por el que llegó a dejar de lado su vida social y hasta uno que otro gasto en ‘gustitos’ con tal de ahorrar cada moneda que le permitiera estudiar aviación.

Ella dice que no tenía otra opción en vista de que su familia en Aguas Zarcas no contaba con los recursos para pagarle la carrera.

Su papá era albañil y su mamá ama de casa, aunque a veces cogía café para ayudar en la economía del hogar.

Por eso el dinero que llegaba a la casa servía para cubrir las necesidades básicas de ella, sus cinco hermanos y sus progenitores.

Hoy, a sus 36 años, se le hincha el corazón al saber que logró su meta y hoy es la única mujer piloto de Walmart en México y Centroamérica.

Ella llegó a finales del 2017 a esta multinacional y, junto con el piloto nacional Jeffrey Hernández, son los responsables de trasladar por toda la región y hasta los Estados Unidos a los diferentes ejecutivos.

Blanco es la primera oficial senior y Hernández -quien trabajó en aerolíneas de Turquía- el capitán. Pero la meta de esta sancarleña es convertirse en capitán y seguir trabajando en Walmart, ya sea aquí en la región o en Estados Unidos.

Precisamente, en esta última nación labora otro costarricense: David Mora quien, por cierto, fue el jefe de Marjorie Blanco en Costa Rica.

Limitaciones materiales, pero con la meta en mente

Marjorie estudió inglés en el Instituto Nacional de Aprendizaje y turismo en la universidad. Su primer trabajo lo logró como dependiente en una de las tiendas de Café Britt del aeropuerto Juan Santamaría.

Más adelante se le presentó la oportunidad de irse seis meses a Canadá, donde trabajó en la limpieza de cuartos de hotel. Ella relata que su deseo era mejorar el idioma de Shakespeare.

A su regreso quiso enlistarse como auxiliar de vuelo o aeromoza, pero no pudo, así que comenzó a trabajar en el counter de Sansa, la línea aérea nacional.

“En ese momento tuve el amor a primera vista con el mundo de la aviación cuando viajaba y lo hacía detrás de los asientos de los pilotos y yo veía todo y pensé en que esto es lo que yo quería ser”, contó.

Pero se topó con una dura realidad: sus papás no podían costearle la profesión. Así que tomó una decisión: intentaría convertirse en aeromoza para ahorrar cada cinco que le permitieran tener un ahorro suficiente para costear la carrera de aviación.

Pero esto no ocurrió, pero tuvo la oportunidad de trabajar en el counter de Sansa. Luego como aeromoza.

 

Y llegó la oportunidad…

Una vez logró graduarse con honores en el 2014, Marjorie pensó que se ubicaría rápidamente en el mercado de la aviación. Pero no fue así de sencillo, según reconoce ella.

Con algo de dinero ahorrado y algunos viajes puntuales que realizaba, esta alajuelense seguía estudiando para permanecer actualizada. Y llegó la oportunidad de volar con Sansa, donde estuvo por espacio de dos años.

Ella recuerda que la mayoría de pasajeros se mostró complacido de volar con una mujer, pero también se topó con la renuencia o “caras largas” de otras personas.

Todo esto más el conocimiento adquirido en surcar los cielos nacionales (con todo y vientos cruzados, aguaceros o días despejados y tranquilos) le ayudaron a moldear aún más temple y convicción.

En el 2017, Walmart le abrió las puertas, donde ahora ella dice sentirse realizada. Cada seis meses la compañía la capacita en Estados Unidos, donde la firma cuenta con cerca de 80 pilotos y entre 15 y 20 jets.

 

Blanco confía en que más mujeres se animen a cumplir sus sueños, aunque estos parezcan difíciles o imposibles. Y ojalá, agrega, que el día de mañana haya más mujeres costarricenses pilotos.