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Desigualdad contra la mujer en el trabajo va más allá del salario

(Lima, Perú) Las mujeres ganan 17% menos que los hombres en América Latina y el Caribe. La desigualdad salarial existe…

Por Katherine Ulate A.

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Desigualdad contra la mujer en el trabajo va más allá del salario
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(Lima, Perú) Las mujeres ganan 17% menos que los hombres en América Latina y el Caribe. La desigualdad salarial existe desde hace décadas. Pero las “condiciones desfavorables” que enfrentan en el mercado laboral no se restringen a los salarios, destacó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En un informe difundido en Perú, el organismo señaló que la tasa de desempleo femenina excede a la masculina. Además persisten las barreras culturales en el ingreso de hombres y mujeres a segmentos importantes de los mercados de trabajo, predominantemente femeninos (servicio doméstico) y predominantemente masculinos (minería).

Si bien ha aumentado notablemente la presencia de la mujer en el mercado laboral, ha sido en mayor medida en el trabajo a tiempo parcial, informalidad, empleo esporádico y autoempleo, resaltó la OIT en el informe Mujeres en el mundo del trabajo. Retos pendientes hacia una efectiva equidad en América Latina y el Caribe.

Estas “brechas de género” son “una de las formas de desigualdad claramente injustificables hoy en día”, dijo el organismo, advirtiendo que estas no constituyen un problema de derechos únicamente, sino económico pues frenan el crecimiento de los países.

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80% del trabajo doméstico

La OIT recomendó adoptar políticas para fomentar la incorporación de la mujer al mundo laboral y propuso que las empresas se doten de sistemas de contratación de personal “sin sesgos de género”, entre otras medidas.

El reporte estacó que las mujeres perciben salarios en promedio “17% inferiores a los de los hombres con la misma edad, educación”. También advirtió que “la velocidad a la que venía aumentando la participación laboral femenina se ralentizó” después del 2000.

(AFP)

Según el Informe las “brechas de ingresos laborales están cayendo”, pero “a un ritmo lento”.

Una de las vías para favorecer la incorporación de la mujer al trabajo remunerado es acabar con la desigual distribución de las tareas domésticas, según el informe presentado por el director regional de la OIT, Juan Felipe Hunt, y otros funcionarios.

“El reparto por género de las tareas domésticas aún es abrumadoramente desigual. Las mujeres se encargan de 80% de las tareas del hogar, lo cual restringe su participación efectiva en el mundo del trabajo”, señala el documento.

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Carga al sistema de pensiones

La experta María Arteta explicó en la presentación del informe, que una reducida presencia de mujeres en el mundo laboral causa perjuicios económicos a los países.

“Si no se incorporan las mujeres al mercado del trabajo va a haber un costo”; en cambio, “si las incorporamos, el PIB sube”, indicó.

La funcionaria advirtió que “nuestra población ocupada va a reducirse si las mujeres no participan” en el mercado laboral, lo que será una carga creciente para los sistemas de pensiones.

Dijo que ahora trabajan tres personas por cada pensionado, pero de persistir la situación actual “serán dos por uno”.

El experto Hugo Ñopo, autor del informe de 200 páginas, afirmó que para terminar con la desigualdad en el mercado laboral latinoamericano se requiere un “cambio cultural”. “El cambio cultural es posible, pero demora”, expresó.

La desigualdad de género en materia laboral se repite en todo el mundo, incluido Costa Rica. El pasado Informe Estado de la Nación 2018 explicó las ventajas de partida que tiene el hombre sobre la mujer al acceder – con las mismas cualidades – al mercado.

El Informe concluyó que si las mujeres tuvieran acceso al mercado en igualdad de condiciones, la pobreza se reduciría a la mitad. Las mujeres enfrentan barreras en:

  • Inserción (el poder participar, ya que tienen otras responsabilidades como cuido)
  • Selección (acceso a empleo)
  • Valoración (brecha salarial)

Además la búsqueda de empleo se acentuó en el último año, especialmente en las mujeres adultas y los jóvenes – hombres y mujeres entre 15 y 25 años -, según los datos más recientes de la Encuesta Continua de Empleo.