Tomás Gómez
La semana que queda para la toma de posesión de Joe Biden amenaza con ser muy larga, y sobre todo muy peligrosa, en todo Estados Unidos.
Posibilidades como una reinvasión al Capitolio o protestas más violentas son parte de los riesgos medidos por el propio FBI.
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“Se están preparando protestas armadas en los capitolios de todos los 50 estado del país desde el 16 de enero hasta el 20, así como en Washington entre el 17 y 20 de enero”, indicó la institución en un boletín publicado por la cadena ABC.
El FBI también identificó que las movilizaciones hacia la capital incrementarían el sábado.
Durante el 6 de enero, miles de personas esperaban a que Donald Trump diera su discurso. Sus palabras fueron el detonante para la histórica entrada al Capitolio (AFP)
Impeachment vrs. Levantamiento
La inteligencia estadounidense identificó el riesgo de un “gran levantamiento” si se aplica la enmienda 25 para sacar del poder al presidente Donald Trump.
El mecanismo parece descartado, pues requiere de la intervención del vicepresidente Mike Pence, quien no estaría apoyando el plan.
Sin embargo, los riesgos no desaparecen. Ante la negativa de Pence, los legisladores demócratas gestan un nuevo “impeachment”.
El proceso sería el segundo juicio político contra Trump y en esta ocasión se le juzgaría por instigación a la insurrección.
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Como principal impulsora destaca la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien pretende avanzar durante la semana.
“Al proteger nuestra Constitución y nuestra Democracia, actuaremos con urgencia, porque este Presidente representa una amenaza inminente para ambos. A medida que pasan los días, se intensifica el horror del continuo asalto a nuestra democracia perpetrado por este Presidente y también la necesidad inmediata de actuar”, indicó en una carta.
Aunque pocos, más republicanos comienzan a respaldar la idea.
Como líder de la Cámara, Nancy Pelosi ya lideró un primer impeachment contra Trump. En él se investigaban presiones a Ucrania para investigar al hijo de Joe Biden pero el proceso fracaso cuando el Senado respaldó al mandatario republicano (AFP)
Washington en manos de la policía
La ciudad de Washington tuvo toque de queda durante la crisis del 6 de enero y amplió el estado de excepción para luego de que pase la toma de posesión.
Entre otras amenazas, se identificó “La Marcha del Millón de Milicias”, convocada entre simpatizantes de Trump a través de la aplicación Parler.
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Aunque el operativo de seguridad arrancaría el 19 de enero, la alcaldesa local, Muriel Bowser, pidió al Pentágono que se adelantara.
A los 6.200 oficiales de seguridad que ya vigilan Washington se sumarán 4.000 más en los próximos días hasta llegar a 15.000 efectivos durante la transición. Se prevé que ese sea el momento mas tenso.
Los principales monumentos de Washington están bajo estricta vigilancia tras las amenazas de protestas de seguidores de Trump (AFP)
