Christine Jenkins Tanzi
El diálogo nacional convocado por el Presidente Carlos Alvarado debe llegar a un acuerdo para la fecha límite del 20 de noviembre para entonces reformular la propuesta de negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Así lo explicó Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, quien destacó la premura que tiene el Gobierno para alcanzar un acuerdo con el FMI, en un momento en que empieza a encontrar tensiones e impaciencia para financiarse en los mercados.
Cubero habló el miércoles sobre este tema en un evento virtual organizado por el Colegio de Ciencias Económicas de Costa Rica.
El Gobierno fijó un plazo de cuatro semanas para generar un documento base de resultados y estipuló como fecha límite el 20 de noviembre.
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“Esa debería de ser la última fecha para ir montando una propuesta concreta de acuerdo, para primero discutirla informalmente con la Asamblea Legislativa y luego llevarla al FMI”, según Cubero.
El Gobierno dio a conocer su plan para acceder a $1.750 millones de recursos del FMI el 17 de setiembre. Sin embargo, el domingo 4 de octubre el Presidente Alvarado anunció el retiro de la propuesta ante bloqueos y manifestaciones en el país, convocados por Rescate Nacional.
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Primera propuesta fracasó
La primera propuesta recurría a nuevos impuestos y aumentos de los actuales para un 75% del ajuste en cuatro años.
Cubero explicó que el objetivo de cualquier propuesta debe ser bajar la deuda en el corto plazo, para evitar que la deuda supere el 80% del producto interno bruto (PIB).
Este año, el nivel de deuda del Gobierno Central cerraría en alrededor del 70% del PIB. Con una propuesta de ajuste fiscal, se busca bajarla a 50% lo más rápido posible, preferiblemente antes del 2030.
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“Se necesita un esfuerzo fiscal que inevitablemente va a tener que tocar ambas partes de la ecuación fiscal, me refiere al lado de los ingresos y al lado de los gastos”, dijo Cubero.
“La propuesta fue muy mal recibida, es preciso decirlo con claridad, por la población en general y por sectores políticos. Eso obliga a replantear y el Presidente hace una pausa”, explicó.
Cubero reconoció que la primera propuesta incluía temporales “muy segadas” al lado de impuestos para conseguir una reducción rápida en la deuda. Sin embargo, defendió que las medidas permanentes estaban más balanceadas entre ingresos y gastos.
Retos en el 2021
Para el 2021, el Gobierno proyecta que sus necesidades de financiamiento alcanzarían alrededor de un 15% de la producción nacional, alrededor de $9 mil millones, explicó. Esta sería la suma del déficit fiscal para ese año que tienen que salir a cubrir, más los vencimientos y amortizaciones de deuda.
Esto es una suma que “no se lo brinca un chivo”, por lo que se debe avanzar para reducir el déficit y hacer canjes para posponer el pago de bonos a otros años, con la meta de reducirla al 12%.
El Gobierno también debe financiar lo que queda a la tasa más razonable posible, convenciendo a los mercados que va por una trayectoría sostenible, agregó.
Los más de 60 participantes en el diálogo nacional fijaron este 28 de octubre una agenda para las próximas tres semanas. El cierre se daría el 21 de noviembre.
“En este diálogo social es importante que salgan soluciones pronto porque sí necesitamos volver a empujar una propuesta concreta”, dijo Cubero.
Dificultades en el mercado
Faltaría después consensuar las nuevas medidas con los diputados de la Asamblea Legislativa, que tendrían que aprobar tanto el endeudamiento internacional como las nuevas medidas de impuestos.
“Esa es la hoja de ruta que el país enfrenta en este momento. Mientras tanto, las calificadores de deuda nos están viendo, los mercados internacionales nos están viendo, los mercados domésticos nos están viendo y están impacientes. Quieren un ajuste y señales claras que vamos hacia allá”, dijo Cubero.
El Gobierno declaró desierto del canje en dólares la semana pasada. Sin embargo, durante esta semana ha logrado recaudar alrededor de ¢150 mil millones esta semana a través de subastas y ventas en ventanilla.
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“Me parece que en el mercado en dólares sí va a ser más difícil para el Gobierno financiarse, considerando que los mercados internacionales sí han realmente castigado y han mostrado esas señales de impaciencia”, consideró.
“Eso se transmite más rápidamente al mercado de financiamiento en dólares doméstico que al de colones. Le da cierta cobertura al Gobierno porque siguen habiendo muchos inversionistas institucionales interesados en títulos en colones; le da cierta base de financiamiento, a menos de que lleguemos a situaciones tan criticas como el 2018”, agregó el jerarca.
En su opinión, el Gobierno encontrará financiamiento más barato y más fácil en la medida que convenza al mercado de que está encaminado a un ajuste fiscal.
“En estos procesos de diálogo, ojalá que salga algo, sino eventualmente en la Asamblea Legislativa para poderle dar sostenibilidad a la deuda”, explicó.
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Christine Jenkins Tanzi
