Paula Ruiz
La diputada Andrea Álvarez llegó a la Asamblea Legislativa con el interés de que sus 15 años en investigación en temas de salud mental se traduzcan en políticas para beneficiar a la población.
Desde sus 20 años de edad está trabajando en temas de prevención de suicidio. Ahora, a sus 35 años, busca también que los proyectos de ley tengan una perspectiva de salud mental.
“Si veo hacia atrás a cuando tenía 20 años, lo que quería y soñaba es que estos temas se hablaran más abiertamente y no fuera tan estigmatizado; entonces el hecho de ahora estar en la Asamblea donde los focos están puestos en en el buen sentido y que mi primer control político haya sido sobre prevención de suicidio, para mí fue muy importante porque era honrar todo el trabajo que yo había hecho pero sobre todo, y más importante, visibilizar a las familias y personas que se ven afectadas por este tema”, resaltó.
A raíz de esto, Álvarez está interesada en que la iniciativa de Ley Nacional de Salud Mental se convierta en Ley de la República durante este cuatrienio.
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El plan fue presentado por la exdiputada Paola Vega, aunque no culminó su trámite durante el periodo 2018-2022.
“Creo que es una deuda que este país tiene con el tema de salud mental y aunque es de otra persona, al haber quedado, para mí es importante es llevarlo a término, siempre dándole el crédito a quien lo inició. Pero más allá de proyectos en específico, creo que lo que quisiera en 2026 es que el tema de salud mental se trabajara de manera integral, entonces que los proyectos de ley tengan esa visión”, detalló la legisladora verdiblanca.
¿Qué la motivó?
Durante su adolescencia, Andrea Álvarez era porrista de alto rendimiento. Desde ese momento, notó que los atletas no tenían una atención sobre su salud mental.
“Había ciertos desafíos de salud mental como la presión del peso en las porristas y por la dinámica del deporte hay probabilidades altas de lesiones y a mi juicio, no había una perspectiva de salud mental incorporada de lo que era competir en porrismo, esa rebeldía de adolescencia o esas cosas que a uno lo enojan en la adolescencia, a mi me enojaba que faltaba esa perspectiva de cuidar a los atletas”, contó.
De esta manera, al llegar a la universidad, le pareció un espacio muy rico para incorporar su vivencia durante la adolescencia.
Así, fue como empezó a realizar investigaciones en historia, la primera de ellas junto a su compañera Valeria Morales sobre el el VIH Sida en Costa Rica entre 1980 y 2008 y la segunda fue sobre la historia del suicidio en el país entre 1900 y 1950; ambos sobre el abordaje en prensa.
“Pero, después sentí que desde donde yo estaba trabajando, que era investigación en historia, no estaba contribuyendo a prevenir el suicidio en el hoy, ahí fue como salté a la salud pública”, contó.
Álvarez reconoció que sus jefes, quienes hoy en día son sus mentores, tenían claro las investigaciones debían tener un impacto canalizado hacia quienes toman decisiones de política pública.
Tras ese recorrido, hoy, tiene la oportunidad de cumplir una meta en beneficio de tantas personas que lo necesitan.
Aunque, ya ha tenido frutos; entre ellos, la realización del Congreso Latinoamericano y Caribeño de Prevención de Suicidios, realizado en Costa Rica en 2018.
“Me tocó a mí presidirlo y estaba muy orgullosa de que eso haya pasado aquí porque la mayoría habían sido en países más grandes de américa latina como México, Brasil, Chile”, destacó.
Catalogó el trabajo en pro de la salud mental como de hormiga, pero, sí tiene muy claro que la gente está interesada en hablar de estos temas.
Con respecto a su estilo como política, la congresista enfatizó en que su estilo no buscará utilizar el micrófono para gritar y ya demostró que se pueden externar discrepancias sin la necesidad de llegar a ese punto.
Es clara en que, se puede discrepar y expresar disconformidades con cortesía y respeto.
