Paula Umaña
Un acuerdo tomado por la junta directiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) de trasladar ¢4.150 millones de sus recursos al Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) para el fondo común para atender la emergencia por COVID-19 podría poner en apuros a la institución.
La Dirección Administrativa Financiera del Inamu realizó un informe en el que se advierte que al transferir de forma inmediata ese monto al IMAS, el Inamu podría quedar sin la posibilidad de cumplir los gastos corrientes de mayo a diciembre, entre ellos los salarios.
La directiva acordó solicitar a la Dirección Administrativa Financiera del Inamu realizar una reserva presupuestaria para trasladar ¢4.150.168.472, que estaban destinados para el proyecto de construcción de la sede central de Inamu en Zapote.
Se pidió que dicho presupuesto sea reasignado al IMAS. Sin embargo para esto se se debe solicitar una rescisión del contrato del proyecto de inversión con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) y poder disponer de la cifra, un proceso que podría tardar meses.
Desde el 16 de abril, El Observador consultó al Inamu sobre si el acuerdo continuaba en pie y las recomendaciones del informe. Al cierre de edición no hubo respuesta.
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Recursos de Fodesaf
El informe explica que a la vez que se pretende transferir los fondos al IMAS, los recursos ordinarios del Inamu – que provienen del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) – podrían verse disminuidos de un 20% a un 60% a partir de junio.
Por esto, la oficina Administrativa Financiera advirtió que al transferir los más de ¢4.000 millones al IMAS se corre el riesgo de no poder cumplir los gastos corrientes de mayo a diciembre.
De mayo a diciembre, Fodesaf tendría que desembolsar al Inamu ¢5,442,588,065. Ain embargo por el momento es incierto cuánto podrá girar la entidad.
La proyección de la unidad financiera del Inamu es que Fodesaf pueda transferir al menos un 40% del presupuesto original a la institución, y que para sostenerse se utilice el superávit en gasto corriente, aunado a la disminución de varios gastos de servicios y remuneraciones.
Ese es solo un escenario. En caso de que Fodesaf no logre desembolsar el 40% con el que se realizó la proyección, la institución podría enfrentar problemas de liquidez para hacer frente a los gastos corriente operativos hasta diciembre.
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Superávit comprometido
La Dirección Financiera añadió que el superávit total incorporado en el presupuesto del Inamu es de ¢10.265 millones, de los cuales el 93% de esos recursos se encuentran comprometidos en proyectos de infraestructura.
“De manera que es evidente que la Institución no dispone de superávit libre y la solicitud de transferir ¢4.000 millones del superávit compromete la ejecución de estos proyectos”, se lee en el informe.
Parte de los proyectos que se verían cancelados son la construcción de la regional de Limón y de la regional del Pacífico Central. Ya disponen de diseños finales, carteles terminados y se encuentran a la espera de los permisos de construcción y de la viabilidad ambiental para proceder con la publicación de los carteles de licitación.
En contra del traslado
La seccional sindical de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP-Inamu) y algunas organizaciones feministas se manifestaron en contra del acuerdo.
Alejandra Paniagua, presidenta de la seccional, expresó en una misiva dirigida a la directiva del Inamu que el desfinanciamiento de los programas de la institución, así como un eventual cierre técnico de cara a la disminución del presupuesto institucional, sería un retroceso en los derechos humanos de las mujeres en el país.
“Reconocemos la importancia de colaborar con la atención de la emergencia a través de la transferencia de recursos. No obstante, nos parece riesgosa la decisión tomada por la junta directiva de trasladar los ¢4.150.168.471,41 del superávit de la institución”, señaló la sindicalista.
El grupo feminista Las Rojas interpreta la decisión como un recorte al Inamu.
“Nos preocupa que es un recorte enorme al presupuesto de la institución y hay un historial desde hace varios años de intentos, incluso, de cierre de la institución. Nos parece que se da en un momento en el que las mujeres más necesitan del servicio del Inamu, porque se agrava la violencia”, comentó Heidy Valencia, vocera de Las Rojas.
“El Gobierno está intentando recargar un poco la crisis en esta institución, en un momento en el que se puede generar más violencia contra las mujeres y una feminización de la pobreza”, agregó la activista.
Valencia explicó que otra de las inquietudes es cómo verificar que ese dinero sea trasladado en ayuda a las mujeres afectadas por la crisis.
Un grupo de organizaciones sociales publicó una carta a la que otros grupos podían unirse, solicitando a la institución acoger las recomendaciones hechas por la Dirección Administrativa y reconsiderar el acuerdo del 6 de abril.
Paula Umaña
Un viaje diario entre palabras, versiones, hechos y verdades. Una periodista en constante aprendizaje, con el sueño de ser bióloga marina y sumergirse en las historias más profundas del gigante acuático.
