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Don’t Look Up

@Popcorn506 para El Observador Cuando se acercan las fechas festivas a final de año, la tradición siempre es hacer regalos…

Por Blog

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Don’t Look Up
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@Popcorn506 para El Observador

Cuando se acercan las fechas festivas a final de año, la tradición siempre es hacer regalos a los seres queridos. Y a los espectadores nos quieren mucho las productoras y las plataformas de cine, por lo que suelen guardar buenas películas para estas semanas.

En el caso que nos trata, es Netflix la que nos trae un obsequio en forma de película muy interesante, muy entretenida y, a la vez, muy oportuna. Don’t Look Up aborda un tema muy interesante y delicado, aunque lo hace de forma sutil, como suele suceder con las mejores obras.

Eso de tocar temas calientes era algo que se le daba bien a Billy Wilder, maestro a la hora de abordar con humor e ironía asuntos candentes en su época. No vamos a decir que Adam McKay esté a su altura, ya que aún no ha demostrado tanto, pero sí que queremos romper una lanza a favor de este director y de esta película.

El humor sutil y casi negro que le ha caracterizado en anteriores trabajos es el predominante aquí, en una historia que cuenta cómo un par de científicos encarnados por ¡oh!, Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio descubren que hay un cometa en el Sistema Solar que, en unos pocos meses, se estrellará con La Tierra.

El problema es que este descubrimiento parece no llamar la atención de nadie y les cuesta horrores que la gente reciba esta información y se muestre preocupada. Y es que, en el fondo, ¿qué credibilidad tiene la ciencia?

Esto, lamentablemente, no nos suena nada alejado de la realidad. No por el impacto de un cometa o de un meteorito contra nuestro planeta, que esperemos que no suceda nunca, sino porque atiza de frente, justo de frente y con toda la fuerza, ante un grave problema que tiene la humanidad desde hace unos pocos años: la incredulidad.

El mayor problema al que se va a enfrentar la película es, precisamente, esto. Que mucha gente se sentirá atacada o que, directamente, no querrá identificarse con un mensaje como éste, que para muchos sería como de superioridad moral y para otros, los que aplauden, como una necesidad total.

Por eso se está viendo, tanto en público como en crítica, que la cosa está dividida entre los defensores y los detractores, y lo peor es que no se hace tanto por la calidad técnica y artística del film.

En este sentido, nosotros vamos a decir que Don’t Look Up tiene muchos puntos muy a favor. El primero, el guion, que es muy divertido y también es ocurrente. Adam McKay, además, sabe sacarle buen partido a la historia y, como única pega, es que a lo mejor se alarga más de lo necesario, pero sin llegar a resultar incómodo.

Además, otra cosa buena es que todo esto se apoya en interpretaciones brillantes. Para nuestro gusto, es DiCaprio el que destaca porque da la sensación de que se lo pasa en grande encarnando este papel. Y, si no es así, es que todavía es mejor actor de lo que pensamos. Pero el plantel aúna nombres tan top como Jonah Hill, Meryl Streep, Ron Perlman, Cate Blanchett o Timothée Chalamet, así que son muchos los atractivos personales que tiene.

En lo que se refiere a aspectos técnicos, tampoco hay fallos, y el nivel está muy alto, como corresponde a estas producciones en las que cuesta encontrar defectos, ya que tienen un respaldo económico y profesional de gran alcance.

Nuestra última recomendación es que, a pesar de que se vaya a estrenar en Netflix el día de Nochebuena, se vea en pantalla grande, que para eso ya se ha estrenado en las salas. No es por gastar más dinero, es porque Don’t Look Up es de las películas que lucen más y mejor con una infraestructura así.