Dos calificadoras de riesgo han criticado cambio de ministro de Hacienda: “Pesa sobre la calificación”

El cambio de ministro de Hacienda en Costa Rica es una mala señal para las finanzas públicas de Costa Rica y genera preocupaciones sobre el camino que tomará el gobierno para frenar el déficit fiscal, según las calificadoras Standard & Poor’s y Moody’s Investors Service.

S&P rebajó ayer la calificación crediticia de Costa Rica en un escalón, hasta B, señalando que “pesa sobre la calificación” la salida del exministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, después de una disputa con el presidente Carlos Alvarado sobre la restricción de gasto para las municipalidades.

El Presidente Alvarado le pidió la renuncia a Chaves después de que este le solicitara el veto de la ley aprobada por la Asamblea Legislativa que le permite a las municipalidades salirse de la regla fiscal.

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Moody’s también mencionó la salida de Chaves en un reporte el pasado 2 de junio, cuando asignó una perspectiva negativa a su calificación.

“La renuncia del Ministro de Finanzas apunta a dificultades para implementar la consolidación fiscal”, según los analistas de Moody’s. “Consideramos que la implementación completa de la reforma fiscal se encontraría con oposición pública dado que el ahorro adicional requerirá reducciones en los salarios públicos y las transferencias sociales, que resultará particularmente difíciles en medio de la recesión económica inducida por el coronavirus”.

Con estos cambios, la calificación de Costa Rica queda cinco escalones por debajo del nivel considerado grado de inversión por las tres grandes calificadoras. Las tres además asignaron una perspectiva negativa sobre su calificación, con lo cual reflejan el riesgo de una siguiente rebaja que llevaría el país a B-. Este sería el último escalón de la categoría B en la que se incluyen emisores considerados vulnerables pero aún con capacidad de pago.

A dos rebajas de CCC

El nuevo ministro de Hacienda consideró injusta la rebaja en comentarios enviados ante las consultas de medios este martes.

“No deberíamos ser de alguna forma castigados nosotros como país, creo que el esfuerzo que ha venido haciendo el Gobierno ha sido serio, ha sido sistemático, ha sido constante y ya habrá tiempo en el futuro para que las calificadoras lo reconozcan y lo muestren en esas calificaciones que ahora nos están perjudicando”, consideró Villegas.

El ministro señaló “un ejercicio fuerte en control de gasto” de la administración Alvarado así como la aprobación de la reforma fiscal en el 2018 bajo la entonces ministra Rocío Aguilar. Además se ha venido trabajando en la reducción de la tasa de interés que se está paga por la deuda. 

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“Las acciones que ha venido realizando el Poder Ejecutivo a lo largo de ya más de 24 meses realmente ha sido un esfuerzo extraordinario, y tal vez aclaro una cosa, que no ha sido solo el Poder Ejecutivo, también el Legislativo (…) Entonces cuando se da una calificación diciendo que no hay señales claras creo que tal vez falta, no señalas claras, sino plena conciencia de que esas señales existen y un mayor estudio de que esas señales se han dado”, agregó Villegas.

La agencias califican al país siete escalones por debajo de Panamá, que aún es considerado grado de inversión con una calificación de BBB+.

Además, las tres calificadoras dejan al país solo dos niveles por arriba de la categoría ‘CCC’. El exministro Chaves consideró ante el cambio que Costa Rica “necesita sabiduría sobre qué hay que hacer y la valentía para hacerlo”.

“B – es la puerta de una calificación de CCC que obliga a muchos tenedores de la deuda de Costa Rica a venderla. Tendremos que pagar tasas aún más altas o no poder financiarnos”, agregó a través de su cuenta de Twitter.

S&P explica en su página que como regla general, los emisores y emisiones recibirán una calificación en esta categoría cuando enfrentan por lo menos una probabilidad de una en dos de caer en incumplimiento de pagos.

“La categoría ‘CCC’ también puede ser apropiada –incluso con una menor probabilidad de incumplimiento de aproximadamente una en tres— si esperamos que el incumplimiento de pago se presente dentro de los próximos 12 meses”, explican.

«Es probable que el Estado de derecho y el contrato social de nuestro país se vean amenazados y habrá que tomar medidas económicas y estructurales muy difíciles y que serán combatidas por los distintos grupos de interés del país», escribió el exministro Chaves en su carta de renuncia. (Foto: Asamblea Legislativa)

Señales sobre FMI

Aunque la rebaja en la calificación es lamentable, no se considera sorpresiva por parte de los economistas Alberto Franco, de la firma Ecoanálisis y Vidal Villalobos, asesor económico de Grupo Prival.

“Las condiciones de la economía y de las finanzas públicas se deterioraron a partir de la llegada de la crisis del COVID-19 y eso explica en gran parte el recorte en la nota. No ayudan la incertidumbre que genera un nuevo relevo en Hacienda, y la erosión del compromiso del Gobierno con el capítulo de la regla fiscal”, consideró Franco.

Sin embargo, resaltó que los mercados internacionales han reaccionado favorablemente al reciente anuncio de Villegas de que el país se prepara para el inicio de negociaciones de un acuerdo Stand-By con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto genera la expectativa en el mercado de que ese acuerdo defina una nueva ruta para la consolidación fiscal en el corto, mediano y largo plazo.

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Sin embargo, S&P consideró en su reporte que un acuerdo de este tipo encontraría resistencia política en la Asamblea justamente debido a las redomas que conllevarían de condición para arreglar las finanzas públicas.

“Comprendo y comparto la incertidumbre de la calificadora más considero que, aunque el camino que podría negociarse resulte empinado, muy probablemente los actores políticos y sociales concluyan que ese sería el camino menos doloroso para la economía del país hacia adelante”, agregó Franco. 

Villalobos resaltó al importancia de que se introduzcan más recortes dentro de un nuevo presupuesto extraordinario, además de una renegociación con instituciones públicas a través de canjes de deuda para permitir un cronograma de pagos más relajado.