Lente Mundial

EE.UU. intenta blindar sus elecciones contra fantasmas y enemigos invisibles

El 10 de setiembre Microsoft denunció un incremento en los ataques informáticos provenientes de China, Rusia e Irán hacia Estados…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 3 minutos
EE.UU. intenta blindar sus elecciones contra fantasmas y enemigos invisibles
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

El 10 de setiembre Microsoft denunció un incremento en los ataques informáticos provenientes de China, Rusia e Irán hacia Estados Unidos, lo que revivió los fantasmas de las últimas elecciones.

La posible intervención de grupos extranjeros tanto en la campaña de Donald Trump como en la Biden sigue generando desconfianza a pocos días de la decisión final y fuerza a redoblar medidas de seguridad para blindar el proceso.

Expertos estadounidenses explican que el fraude no se descarta completamente pero apelan a sus sistemas de control y la institucionalidad para prevenir incidentes.

“No significa que no lo sea imposible, pero hay una serie de razones por las que ese no es el caso”, explica David Levine de Alliance for Securing Democracy.

“Los funcionarios electorales estatales y locales tienen una serie de controles y equilibrios para ayudar asegúrese de que no haya ese tipo de problemas”, agrega.

Levine cita como principales amenazas la desinformación sistemática tanto en la campaña como en la propia credibilidad del sistema.

Como en otros temas de la elección norteamericana, la explicación no es única sino que responderá a la normativa de cada estado.

Retos de muchas elecciones en una

El sistema electoral estadounidense pasa por la particularidad de estar descentralizado y responder a reglas específicas según cada estado.

La definición del próximo presidente pasará entonces por 60 “minielecciones”, cada una con sus reglas.

El modo de votar, la regulación del voto adelantado o las regulaciones para votar por correo forman parte de las individualidades.

Desde la experiencia del 2016, sin embargo, el Departamento de Seguridad Interior generó estándares mínimos ahora compartidos.

La medida incluye intercambio de información sobre amenazas, monitoreo, evaluaciones de seguridad y capacitación ante amenazas.

En la mayoría de casos la tecnología se ha convertido en la herramienta de control y así lo señaló el experto Levine.

Las papeletas pasan en la mayoría de casos por escaneo para garantizar la decisión del votante.

En el caso del voto remoto se recurre a diversos controles de firmas para garantizar la autenticidad.

Pese a las críticas al voto por correo, Levine agrega que su aumento tiene un lado positivo y es el rastreo que los votantes podrán hacer.

Michigan, que se proyecta como uno de los estados definitorios para las elecciones de noviembre, estrena este año un sistema para la votación adelantada (AFP)

¿Y si hay dudas?

El último año y aún con la pandemia cada estado ha debido correr nuevos sistemas para la administración de las elecciones.

Entre otrás áreas, Levine destaca labores en educación de votantes, capacitación en sistemas alternativos de voto y asesoría a quienes supervisarán la elección.

Una vez que cierren las urnas el próximo 3 de noviembre arrancará un recuento tanto de los votos adelantados como los emitidos ese día.

El sistema estadounidense habilita luego apelaciones que parten de las 8.000 jurisdicciones electorales locales y que luego irán ascendiendo.

A nivel estatal el tribunal superior de cada entidad la que podría tener que pronunciarse y de permanecer las dudas sería la Corte Suprema la que daría la última palabra, como ya ocurrió en la controvertida votación del 2.000 que llevó a George Bush a la Casa Blanca tras una polémica por los votos de Florida.

Para suceder a Bill Clinton, George Bush tuvo que pasar por un complejo proceso en los votos de Florida: el estado se le asignó por un estrecho margen, lo que llevó a su rival a apelar ante la Corte local, que ordenó un recuento. Sobre esa medida llegó un pronunciamiento de la Corte Suprema que prohibió el plan y garantizó así la elección de Bush tras varias semanas de incertidumbre (AFP)