Efecto rebaño protege a menores no vacunados en el país

Los niños que no fueron vacunados contra el sarampión a inicios del 2019, tienen menos riesgo de ser contagiados de la enfermedad, gracias a la protección que reciben, de los menores a que sí recibieron la dosis.

Este efecto se conoce como “inmunidad de rebaño” y se manifiesta cuando una persona vacunada provee protección indirecta a susceptibles no vacunados.

Leandra Abarca, coordinadora del programa de Inmunizaciones de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), indicó que en la campaña extraordinaria que realiza la institución, unos 30 mil menores no fueron vacunados por diversas razones.

Quienes tienen enfermedad cardiovascular, renal o alergia al huevo, no recibieron la aplicación de la dosis.

“Es tan importante que todos los que sí podemos nos vacunemos porque los que no se pueden vacunar se van a ver beneficiados por uno (…) porque entonces ellos tienen menos riesgos de que alguien le pase la enfermedad por una inmunidad de rebaño”, explicó la doctora Leandra Abarca coordinadora del programa de Inmunizaciones de la CCSS.

La campaña de vacunación cerró con una cobertura del 96%, es decir, más de 596 mil dosis fueron aplicadas en menores de edad. en todo el territorio nacional y de acuerdo con Abarca, se invirtió $2 millones (unos ¢1.200 millones), aproximadamente en este programa.

Antivacunas son minoría

Abarca comentó que en el país el movimiento antivacunas no es formal, pero las autoridades conocen de mensajes y correos que circulan en diferentes localidades. Una vez que se identifican, la institución debe “explicar un poquito más” los beneficios de las vacunas a la población.

“Realmente a nivel del mundo si hay grupos muy establecidos en contra de los procesos de vacunación pero a nivel nacional “la credibilidad en el sistema y en las vacunas es muy alta”, aseguró la coordinadora del programa de inmunizaciones.

Según la encuesta realizada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), solamente cerca de un 4% de la población desaprueba el uso de vacunas.

“Por más que una cierta población no quiera vacunarse, eso no está influyendo en que la mayoría de la población tenga claridad del beneficio que tiene la vacuna en la salud pública de un país”, indicó la doctora.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó a los grupos antivacunas en la lista de las 10 principales amenazas para la salud.

Acción frente a restricciones

De acuerdo con el artículo 3 de la Ley Nacional de Vacunación “son obligatorias las vacunaciones contra las enfermedades cuando lo estime necesario la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología”.

Es por eso qué las vacunas contra el sarampión y el papiloma humano son de aplicación obligatoria a menores de edad.

Sin embargo, existen niños que no reciben la aplicación de la dosis por prohibición de los padres de familia. En estas circunstancias, los personeros de la Caja deben aplicar un protocolo establecido por la institución.

“Lo que se hace es recolectar los datos de contacto, el nombre, el nombre del padre, la dirección y el teléfono. Con eso lo notifica al área rectora del Ministerio de Salud en donde se encuentre el niño, porque es el ministerio el que debe empezar a hacer todo un procedimiento establecido, de lo que tienen que hacer una vez que la Caja envía una notificación de un padre renuente a vacunar”, aseveró Abarca.

El ente encargado de dar seguimiento a este tipo de casos es el
Ministerio de Salud.