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El AD10S definitivo. Bryan Ruiz le puso punto final a una legendaria carrera en el fútbol

por Hermes Solano
Observador CR

Vestido de rojinegro, con la 10 en la espalda y la cinta de capitán. Llegó el final de una carrera brillante que le dejó grandes alegrías al fútbol costarricense.

Bryan Ruiz escuchó el pitazo final de su partido de despedida y dijo adiós. El volante vivió una fiesta y aunque el fútbol hoy siente nostalgia por el fin de su carrera, él sonrió.

Así vivió este sábado el jugador. Se veía feliz, emocionado por jugar y enfrentar al Twente, el equipo que lo catapultó en Europa, pero también feliz por jugar junto a su hijo mayor Matías.

A Bryan no le importó que Wilmer López se robara los reflectores, y se llevara los aplausos. El “Pato” jugó 15 minutos en el segundo tiempo, demostrando que lo que bien se aprende, nunca se olvida.

También celebró como la afición vibraba cuando su hijo tomaba la pelota, marcaba o hasta se barriera.

Y más cuando Matías anotó el gol del empate. El muchacho de 15 años se encontró una pelota en el área, paró de pecho y remató de derecha al fondo. La celebración fue total en el Morera Soto.

Bryan corrió a abrazar a su primogénito, que llevará el peso del apellido durante mucho tiempo.

La despedida del 10 le permitió a Álvaro Saborío volver a ponerse la rojinegra, por primera vez con público en las gradas del Morera Soto. El delantero fue ovacionado por la feligresía manuda, en reconocimiento a lo hecho por el jugador cuando obtuvieron la 30.

Era la fiesta de Bryan, pero terminó siendo una celebración del liguismo.

Homenajes, gol y festejo

La tarde en Alajuela fue perfecta para la despedida de Ruiz. Tarde navideña, estadio lleno, gol con el Twente, con de su hijo y adiós luces.

Al minuto 83’ el Morera Soto quedó a oscuras.

Se inició un show de luces, fuegos artificiales, música y un espectáculo digno de la carrera de Bryan Ruiz.

Ese fue el preámbulo para el discurso de Bryan a la afición.

“Antes de acostarme pensé en dar un discurso improvisado, pero no quiero que se me olviden detalles importantes, me acosté a las 2 a.m. escribiendo lo que mi corazón sentía”, dijo, para empezar a leer.

“Ha sido un viaje increíble, es la frase que he repetido muchas veces los últimos días. Para mí ha sido increíble vivir muchas cosas por última vez, cosas que no volverán nunca más y que hice siempre, miles de veces”, señaló Bryan.

El futbolista agradeció a su familia, amigos, a la Liga y a muchas más personas por todo lo que le dieron en su carrera.

Llegó el adiós a una brillante carrera.

“Gracias Costa Rica”, cerró su discurso.