Marco Marín
El carnaval que los aficionados rojinegros montaron para el juego de vuelta de este domingo dio paso, en los últimos minutos, a un silencio sepulcral y el cual solo se veia interrumpido, temporalmente, por los gritos de algunos aficionados locales que buscaban expresar su frustración.
Con el pitazo final del árbitro central Hugo Cruz el encuentro se saldó con un 0-0, lo cual le dio a Herediano la segunda fase y ahora rojinegros y florsenses deberan disputar una “Gran Final”.
Mientras los jugadores liguistas se retiraban del terreno de juego, el estadio los despidió con un sonoro aplauso. Sin embargo, a medida que Marco Ureña salía -último en abandonar la cancha-, los seguidores alajuelensese se desalojaron del reducto manudo con poca alegría.
Uno de los aficionados más positivos trato de arengar a un grupo de manudos que salían por el porton sureste. “Vamos Liga”, grito efusivamente, sin que su entusiasmo se contagiar.
Menos de 15 minutos después del final del encuentro, las graderías del reducto manudo ya lucían completamente vacías, un contraste interesante considerando el escenario que se había vivido durante los 90 minutos previos.
A pesar de no lograr el cetro en esta primera oportunidad y el golpe anímico que significó empatar en casa, los seguidores manudos siguen creyendo que el ansiado título es posible.
Así lo hizo saber uno de los ultimos seguidores en abandonar las graderias del Morera Soto. “Sigue siendo el año de la treinta”, afirmo a medida que se retiraba en medio de un grupo de aficionados.
Marco Marín
Las experiencias trascienden a los resultados. Tomar el camino menos transitado siempre hace la diferencia y los errores duelen menos cuando seguimos nuestro instinto. En lo periodístico, las palabras solo son herramientas pero, utilizadas adecuadamente, dan sentido a nuestras vidas. En síntesis: compren el tiquete, ajusten el cinturón de seguridad y disfruten del viaje.
