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El año que 2 huracanes (casi seguidos) se ensañaron con Centroamérica

La pandemia por el coronavirus no será el único dolor de cabeza que el 2020 le dejará a millones de…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 4 minutos
El año que 2 huracanes (casi seguidos) se ensañaron con Centroamérica
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La pandemia por el coronavirus no será el único dolor de cabeza que el 2020 le dejará a millones de centroamericanos.

Este año también marcó a miles de familias en la región, que hoy lamentan las vidas arrebatadas por los huracanes Iota y Eta, la destrucción de sus hogares y cultivos y los daños a la infraestructura vial y productiva de sus países.

Eta y Iota tocaron tierra en noviembre pasado como potentes huracanes en el Caribe norte de Nicaragua. En un lapso de tres semanas azotaron con furia inusitada a una empobrecida región. Una zona ya de por sí golpeada por elevados y endémicos indicadores de desempleo y violencia.

Eta llegó a Centroamérica el 3 noviembre como un potente huracán categoría 4. Dos semanas después fue superado por Iota, que alcanzó la máxima categoría, de cinco, al tocar tierra en la misma zona.

OBSERVE MÁS: Huracán Eta: las imágenes del impacto del ciclón sobre Nicaragua y Honduras

Una región con heridas por doquier

En toda la franja de tierra que comunica Norte con Suramérica las heridas dejadas por Iota y Eta son numerosas.

  • Al menos 200 personas perdieron la vida y otras tanto están desaparecidas.
  • La inseguridad alimentaria afecta a estas alturas a 103.000 personas de la región Trifinio. Esta abarca 18 localidades fronterizas de Guatemala, El Salvador y Honduras.

Heridas que trajeron a la mente las imágenes de destrucción de Mitch en 1998 y que dejó 20.000 muertos en el Istmo.

Honduras

Un caso especial es el de Honduras, quizás el país más asolado por los dos meteoros. Datos recientes divulgados por la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal), revelaron que Iota y Eta afectaron a la mitad de la población.

Pero también que ocasionaron daños por más de $1.800 millones. Este golpe significará una reducción del -0,8% en el crecimiento del PIB del 2020.

Las inundaciones y deslaves que cayeron sobre viviendas dejaron 94 muertos y ocho desaparecidos en este país.

El organismo hondureño de protección civil, Copeco, informó que 3,9 millones de personas resultaron afectadas por deslaves e inundaciones. Pero además 154.000 tuvieron que ser albergadas por los daños en casi 70.000 viviendas.

Cerca de 300 carreteras resultaron afectadas, se destruyeron 48 puentes y 32 resultaron dañados por derrumbes, desbordamientos de ríos y quebradas.

Nicaragua

En este país murieron 21 personas por deslizamientos de tierra e inundaciones, que afectaron a más de tres millones de personas y dejaron pérdidas por 742 millones de dólares, según el gobierno sandinista.

Numerosos pobladores criticaron la lenta y laxa prevención y posterior auxilio del régimen de Daniel Ortega.

El ministro nicaragüense de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, precisó que Eta causó daños calculados en $178 millones , mientras que Iota “tuvo un impacto nacional” y provocó pérdidas por $564 millones.

También dejó pérdidas por $361 millones a la infraestructura vial. Casi 2.000 km de carreteras y caminos y 106 puentes quedaron dañados total o parcialmente, así como escuelas, centros de salud y el hospital regional de Bilwi, principal ciudad del Caribe Norte nicaragüense.

Guatemala

A inicios de diciembre, el Gobierno prorrogó hasta el 30 de este mes el estado de calamidad pública en 10 de sus 22 departamentos afectados por Eta e Iota, que dejaron unos 150 muertos o desaparecidos en el país.

Ambos ciclones dejaron cientos de poblaciones inundadas e incomunicadas por deslaves y destrucción de carreteras y puentes.

Eta afectó duramente los departamentos del noroeste de Guatemala. La comunidad Quejá de San Cristóbal Verapaz (norte) fue la más afectada. Esto porque unas 150 viviendas quedaron sepultadas por un deslizamiento de tierra.

Según las autoridades, ese alud dejó al menos 100 indígenas mayas soterrados en esa zona empobrecida del país; solo ocho cuerpos se lograron recuperar. La búsqueda de desaparecidos fue suspendida el 11 de noviembre.

Resto de la región

En Panamá los dos ciclones dejaron más de 20 muertos y una decena de desaparecidos, además de millonarias pérdidas, especialmente en la provincia occidental de Chiriquí y en la comarca indígena Näbe-Buglé.

Socorristas intentan rescatar a personas soterradas por las inundaciones y alud ocasionados por el río Bambito en la provincia de Chiriqui, fronteriza con Costa Rica. Luis Acosta / AFP.

En Costa Rica, el huracán Eta dejó dos muertos en Coto Brus, fronterizo con Panamá, cuando un deslave sepultó la casa en la que vivía una pareja conformada por un estadounidense y una costarricense.

Los dos ciclones causaron crecidas de ríos y derrumbes sobre carreteras que dejaron a 29 comunidades aisladas, según la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).

Foto: CNE

La entidad precisó que 2.056 personas debieron ser trasladadas a albergues por inundaciones y daños en sus viviendas.

El Consejo Nacional de Vialidad de Costa Rica reportó daños en 264 carreteras, 11 puentes y 21 alcantarillas, cuya reparación requirió una inversión de 15 millones de dólares.

En El Salvador ambos huracanes dejaron dos muertos y daños en agricultura, aunque no han sido cuantificados.

Otras dos personas murieron en el archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

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