23 voces Cambio Climático

El cambio climático y su impacto en Corcovado: el mar se “come” la playa

por Desde la Columna
Observador CR

Por Dionisio Nito Paniagua, guía turístico en Corcovado

Yo llevo más de 20 años acá en la península de Osa y lo que he notado y visto es que en algunos sectores el mar se va comiendo la playa y los árboles cada vez más. El mar se va metiendo y metiendo.

Yo me acuerdo, hace muchos años, que el bosque llegaba mucho más abajo. Es una lástima que nadie se haya dado a la tarea de medir cuánto el mar se ha metido a la tierra.

La única explicación que encuentro es que esto tiene que ser por el incremento en el nivel de agua en el mar y que las mareas lleguen más arriba y se vayan comiendo la playa.

En algunos sitios me acuerdo de árboles que antes se encontraban lejos, como el higuerón estrangulador, y que teníamos que meternos al bosque para verlo, increíblemente el mar llegó hasta donde estaba y se lo llevó.

Ya ese árbol no está. El mar lo lavó por debajo y se cayó. Ahora el mar comienza desde donde está ese árbol tirado.

Las aves migratorias impactadas

Otro ejemplo del impacto el cambio climático: este año tuvimos lluvias muy tempranas en enero y febrero y eso no es normal. Esos son meses muy secos acá en el Pacífico.

Me preocupa el efecto que esto pueda tener en la floración de algunos árboles (que se adelanta) y en las. aves migratorias, porque ellas tienen que regresar a sus sitios de anidación en Norteamérica.

He notado que antes una especie de ave que baja desde el Norte del continente hasta Sudamérica y en su regreso, siempre hacía una especie de parada en Corcovado. Porque aquí hay unos árboles pequeños dan un fruto especial.

Pero resulta que este año, a causa de las lluvias, esos árboles casi no cosecharon. Seguramente la lluvia botó las flores y no hubo casi comida para esas aves en su regreso a Norteamérica.

Pienso en esas aves que necesitan acumular mucha grasa y subir de peso para hacer el viaje de vuelta.

Pasa lo mismo cuando una persona quiere comer y llega a un restaurante y está cerrado o solo hay porciones muy pequeñas y uno no se llena muy bien.

No vayamos muy lejos: las ranas. Si no llueve la cantidad que tiene que caer, las lagunas no se llenan lo suficiente y esas ranas ya no se van a poder reproducir. O si llueve demasiado, las fuertes lluvias se pueden llevar los huevos.

Todos estos cambios, solo por contar algunos, afectan a la naturaleza en Corcovado.

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Este artículo forma parte del especial 23 voces del cambio climático de El Observador.  

Dirigido por Berlioth Herrera. Coordinado y editado por Michelle Soto.