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El celular: de aliado a enemigo

Andrea Acosta Feoli para El Observador ¿Ha pasado por un restaurante y notado una mesa en donde nadie se habla,…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 2 minutos
El celular: de aliado a enemigo
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Andrea Acosta Feoli para El Observador

¿Ha pasado por un restaurante y notado una mesa en donde nadie se habla, porque todos están pegados al celular? Esto aplica a familias un domingo o a colegas de trabajo en una reunión.

En un mundo de tanta tecnología, a veces tendemos a dejar en un segundo plano la importancia que tiene el desarrollo de las relaciones personales, tanto fuera como dentro de la oficina.

Nada sustituye una buena conversación, ya sea en una sala de juntas o en un almuerzo familiar. Usted debe ser quien controle a su celular y no dejar que su celular lo controle a usted. Es un valioso activo y aliado para nuestro diario vivir, pero no permita que se convierta en su enemigo debido al uso desmedido y sin cuidado.

3 buenos consejos

Los siguientes 3 consejos están enfocados al uso del celular en situaciones de trabajo, pero fácilmente podemos aplicarlos a nuestra vida personal también.

  1. Evite usar el teléfono en la mesa cuando está comiendo e incluso ponerlo sobre la mesa. Si está esperando una llamada, puede adelantarse y disculparse de antemano explicando que en algún momento va a tener que retirarse de la mesa para poder contestar la llamada. Es sumamente importante que las personas que están sentadas con usted a la mesa se sientan a gusto y atendidas. Recuerde que todos pueden llegar a ser clientes o socios potenciales.
  2. No envíe mensajes de texto cuando está en reuniones o presentaciones de trabajo. Aunque no está hablando en voz alta, va a distraer a las demás personas. Así mismo, si hay alguien en medio de una presentación, el sacar el teléfono es una clara señal de desinterés y eso no solo se ve mal de parte de quien lo hace, si no que también puede distraer a la persona que está presentado.
  3. Hay dos lugares adonde no se debe hablar por celular: elevadores y salas de espera. ¿La simple razón? Son lugares públicos, y por ende, la conversación será pública. Justo un día de éstos escuchaba en una sala de espera de una oficina, a una mujer contarle a otra persona por celular una historia con el preámbulo de “aquí entre nos”. ¡Hasta que sentí pena! No sé si la persona al otro lado del teléfono sabía que ya éramos varios los que participábamos de esa conversación sin haberlo deseado.

La introducción de la tecnología a nuestra vida cada vez nos ofrece mayores ventajas. ¿Quién se hubiera imaginado hace 20 años que desde nuestro celular podríamos manejar correos electrónicos, nuestras agendas, hacer videoconferencias, compartir fotos y documentos de manera casi instantánea?

Sí, el celular se ha convertido en nuestro aliado, pues nos permite tener en nuestras manos toda la información que necesitamos a la hora de desarrollar negocios. Sin embargo, si no sabemos utilizarlo bien, puede rápidamente convertirse en nuestro peor enemigo. Practique cortesía día a día y sepa aprovechar esos momentos que no se disfrutan frente a una pantalla.

Andrea Acosta Feoli es consultora en etiqueta y protocolo graduada de Protocol School of Washington
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