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El ‘compliance’ como cultura

Raquel Artiñano para El Observador En el momento cuando se instauró la responsabilidad penal de las empresas, empezaron a desarrollarse…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
El ‘compliance’ como cultura
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Raquel Artiñano para El Observador

En el momento cuando se instauró la responsabilidad penal de las empresas, empezaron a desarrollarse rápidamente los programas de compliance (cumplimiento normativo).

¿Por convicción? Tal vez, pero principalmente porque un programa de compliance eficazmente implantado podría lograr atenuar e incluso eximir de responsabilidad a la empresa para pasar a centrarse en la persona que comete el delito.

Evidentemente, esta afirmación cuenta con sus zonas grises. Pero lo que sí está claro es que poseer un sistema de cumplimiento instaurado en la organización, le aporta defensas.

También una mayor sensibilidad en cuanto a los riesgos, mayor compromiso y liderazgo por parte de su alta dirección. Y esto no solo en la toma de desiciones, sino en la implicación para generar esa cultura.

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Capacitaciones en compliance

Existen capacitaciones en compliance en las que se desarrolla una actividad muy interesante. Se dibujan en una pizarra seis líneas y se le pide a varias personas que pasen y señalen la de mayor longitud.

El profesor de previo ha acordado con la mayoría de los participantes que señalen alguna línea que evidentemente no es la más larga. Con ese ejercicio implanta duda y atención al detalle en su audiencia.

Pero lo más importante es que deja al grupo en una disyuntiva entre lo que me parece que es correcto y lo que el grupo dice que es correcto.

Este ejercicio se realiza en departamentos o compañías con sistemas de cumplimiento bien desarrollados y con capacitaciones periódicas. Automáticamente la mayoría corrige a quienes están señalando la línea errónea.

Esto contrario a los grupos con poca formación en el tema, que suelen quedarse callados o miran al líder más cercano para ver si manifiesta lo contrario.

Experimentos de fácil implementación

Esos experimentos pueden ser fácilmente desarrollados en su empresa, para que pueda empezar a analizar ese grado de compromiso de su equipo con lo que es correcto, y no precisamente es congruente con lo que “todos hacen”. También sirve para identificar focos de capacitación, líderes positivos e incluso, puntos de corrección.

Es muy normal en el mundo del compliance el “tone from the top”, que nos muestra el grado de congruencia e implicación que tiene la alta dirección con la cultura de cumplimiento.

Eso sí, es muy importante no confundir el “tone at the top” (tono en la dirección) con el “tone from the top” (tono desde la dirección). Ambos son necesarios, pero sin el primero (un compromiso ético y preocupación de los directivos y consejeros por desarrollar un negocio responsable y hacer lo correcto de la forma correcta) difícilmente podrá materializarse lo segundo (canalizar ese mensaje y compromiso desde arriba hacia toda la organización).

Por esta razón es que las Pymes son muy afortunadas en este tema, porque si su dirección está alineada con las políticas y procedimientos de cumplimiento, es muchísimo más sencillo instalar una cultura de compliance y la gestión de riesgos y controles en una organización pequeña que en una grande.

Algunas de las políticas y procedimientos para alimentar la cultura de cumplimiento se pueden considerar principalmente las capacitaciones como mínimo anuales, así como campañas de sensibilización, talleres, actividades, encuestas.

¿Cultura de cumplimiento o voluntad colectiva?

Sea por convicción o por coerción, las organizaciones deben buscar consolidar esa cultura de cumplimiento, esa seguridad de que si hago algo mal, puedo dañar incluso de muerte a toda la organización.

Cuando un colaborador se “pone la camiseta”, no se debe referenciar solo como un aporte sobre la acción de maximizar su labor. Este debe actuar convencido de que su accionar es correcto y transparente, se ve retribuido en beneficio de la organización y de sí mismo, en detrimento de un comportamiento ilegal o incorrecto.

Cuando un colaborador comprende el fatal impacto que puede tener una mala decision suya sobre los intereses de sus compañeros y la compañía que representa, este va a trabajar mediado por el poder de la convicción y compromiso, antes que por el poder de  la coerción.