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El Gusto Foods: Una dulce innovación costarricense que destaca a nivel internacional

Lo que inició, hace poco más de cinco años, como un emprendimiento dedicado a la exportación de café costarricense es…

Por Marco Marín

Tiempo de Lectura: 7 minutos
El Gusto Foods: Una dulce innovación costarricense que destaca a nivel internacional
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Lo que inició, hace poco más de cinco años, como un emprendimiento dedicado a la exportación de café costarricense es hoy una empresa que exporta a cuatro de las economías mundiales más importantes.

Al mismo tiempo, sigue abriendo nuevos mercados, gracias a sus innovadores productos, entre los que destacan uno de sus proyectos más ingeniosos: el Monk Fruit Chocolate Powder. 

Precisamente, esta cocoa ganó el premio como bebida más innovadora de la Feria Gulfoods en su edición de este año. Dicho evento es considerado el más importante del mundo, en lo que respecta a la industria de alimentos.

¿El secreto? Un novedoso endulzante natural a base del fruto asiático llamado fruta del monje (Siraitia grosvenorii.), una idea que ya por sí sola resulta exótica.

En los 26 años de historia de la Feria Gulfoods, El Gusto Foods es la primera marca costarricense en ganar un premio por presentar el producto más innovador. (Cortesía El Gusto Foods).

De esa forma se podría sintetizar el viaje emprendido por Eugenia Sánchez y su socio, Oscar Chacón, fundadores de la marca El Gusto Foods. Un éxito que se ha labrado, paso a paso, gracias a un plan comercial basado en el análisis y que apuesta por la innovación.

Así se desprende de la entrevista que esta empresaria, de 35 años y licenciada en administración de negocios, ofreció a El Observador.

Lo que nació como un emprendimiento es hoy una empresa registrada (Tertulia Brugge S.A), la cual emplea a seis personas y, tras una inversión superior a los $140.000, ha logrado irrumpir en mercados de gran importancia como Rusia. 

Justamente, esta nación es considerada el mayor consumidor de chocolate y productos relacionados del mundo.

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Valor agregado

La fundadora explicó que la iniciativa comenzó en el 2015, a raíz de un encuentro inesperado. Sánchez, quien es de familia cafetalera, se encontró con una amistad de los Estados Unidos que estaba buscando un proveedor de grano nacional.

“Decidimos desarrollar la idea de negocios. Pero no seamos solo esa relación de cliente en el exterior y yo acá enviando la materia prima. Buscamos llevar a otro nivel en términos de información que se le puede ofrecer al cliente o al consumidor final”, explicó.

La emprendedora explica que más allá de limitar la relación a una dinámica de venta, buscaron ofrecer la mayor cantidad de información para lograr algo que considera vital para su producto y el cual le da un valor agregado: la trazabilidad.

“Es un plan completo de desarrollo que busca que la marca tenga representación desde el origen hasta el usuario final. Desde la finca de donde procede y de esa forma se logra la trazabilidad”, añadió.

Esto es importante porque tanto el café como el cacao pueden tener sabores con notas diferentes. Precisamente, esas diferencias surgen a raíz de la composición del suelo por lo que un café producido en Tarrazú puede tener un sabor un poco más amargo que uno con granos provenientes de San Ramón.

Ese tipo de detalles tan particulares no solamente ayuda a propiciar un cliente más refinado, sino que él mismo desarrolla una conexión más personal con el producto y por ende, se genera una reputación.

Los productos de la empresa nacional no solo buscan proyectar la imagen de naturaleza que tanto caracteriza al país, sino también ofrecer toda la información pertinente a la trazabilidad. Por eso el café de cada zona es detallado y empacado de forma diferente. (Cortesía El Gusto Foods)

Trazabilidad

“Todo el mundo habla del café de Italia pero ¿adónde tienen ellos un cafetal allá? La diferencia es que ellos aprendieron a hacer algo, que nosotros debimos haber hecho hace mucho tiempo. Tostar nuestro propio café”, adujo.

Precisamente, esa especialización del proceso fue otra de las primeras apuestas de los socios. “Esa parte de la especialización no llega tan rápido y no todo el mundo toma el riesgo. Cuesta tiempo, plata y educación”, agregó.

Sánchez explica que, desde el principio, la marca buscó abarcar todo los aspectos del proceso para tener un mayor control de calidad. Sin embargo, mientras la empresa daba con su tueste particular, creció una reputación gracias a su materia prima de calidad.

Expansión

Luego de unos años de aprendizaje y consolidación, la empresa aumentó sus exportaciones a los Estados Unidos. Al mismo tiempo, Sánchez y Chacón buscaron cafés de diferentes zonas del país para elaborar sus diversos productos.

“Para entender un poco mejor, un ejemplo de las diferencias puede estar en el sabor. Mientras que un café de San Ramón puede tener notas más frutales, uno de Tarrazú puede tener un sabor más a chocolate. Por ejemplo, un café de Los Santos o de San Marcos puede tener un aroma más potente”, explicó.

Al ofrecer la mayor cantidad de información disponible, esta recopilación de datos también le permitió a la marca desarrollar sus propias mezclas o “blends”. 

Cómo ejemplo destacó su “café expreso”, cuyo nombre no responde a un tueste alto sino a un balance entre las características de dos granos diferentes que resultan en una bebida de alta cremosidad.

Gracias a la reputación que logró la marca en suelo norteamericano, surgió la posibilidad de hacer una exportación a Rusia. Precisamente, esa nueva oportunidad, resultó en el primer paso que terminó en la creación de su producto galardonado.

La apreciación por la calidad de El Gusto, llevó a sus nuevos clientes rusos a preguntar si tenían otros productos, particularmente, chocolates.

De esa forma, la empresa tica pasó de producir café a meterse también en el negocio del cacao. La larga tradición de ese grano en nuestro país, hizo que Sánchez y Chacón no tuvieran mayores reservas de innovar.

La marca tica ingresó al mercado ruso comercializando dos productos de chocolate en polvo, con azúcar. Posteriormente, agregó una tercera oferta sin este aditivo.

El producto galardona de la compañía, al incluir un ingrediente extranjero, también busca contar la historia de su origen para lograr una conexión más personalizada con el consumidor final. (Cortesía El Gusto Foods)

Innovar

Así fue como los emprendedores se dieron cuenta de que el consumidor ruso prefería el sabor dulce a los beneficios saludables. Sin embargo, decidieron aprovechar la coyuntura para innovar.

A partir de ese aspecto, comenzaron a buscar endulzantes naturales. Hacia noviembre de 2019, año en que se registró oficialmente como empresa, los fundadores estaban en una feria cuando descubrieron la fruta del monje.

“Es casi imperceptible. Es la misma presentación (que el azúcar), si usted no pone atención no se da cuenta que es ese extracto. Tras de todo es 300 veces más dulce que el azúcar y tiene propiedades antioxidantes”, detalló Sánchez.

Tres meses después, a raíz de la pandemia, los socios decidieron hacer una inversión para incorporar este ingrediente a sus productos. No obstante, el proceso no fue nada fácil.

Debido a su intensidad, tuvieron que realizar varias pruebas para dar con la fórmula correcta. No obstante, llevo tanto tiempo llegar a ese punto que incluso se preguntaron si había sido un error.

Finalmente, este fruto resultó tan potente que apenas tienen que utilizar menos de un 1% en la elaboración para darle el sabor ideal a su bebida en polvo.

El premio tomó a la fundadora, Eugenia Sánchez, por sorpresa. Esto, debido a la alta demanda del producto en el puesto de la empresa nacional. (Cortesía El Gusto Foods)

Segundo intento

Sánchez explica que fue hasta diciembre del año pasado dieron con la receta para su nuevo producto. De hecho, su presentación en la famosa feria que se lleva a cabo en Dubai fue una de las primeras ante el público. Incluso, casi no se da.

Un año antes, y antes de iniciar el proceso que los llevó a crear el Monk Fruit Chocolate Powder, la marca tica ya había participado en el Gulfood 2020. No obstante, al ser en modo virtual y en medio de una pandemia no arrojó los resultados deseados.

A pesar de ello, decidieron arriesgarse de nuevo y participar en la edición de este año. La apuesta pagó dividendos inmediatamente. El primer día los organizadores le notificaron a Sánchez que su producto estaba entre los finalistas.

No obstante, debido al ajetreo de la feria, el anuncio la tomó por sorpresa. Incluso, tardó en asimilarlo.

“Yo estaba en el stand nuestro haciendo ventas y explicando el producto cuando empezaron a acercarse unas cámaras y personas y repetía el nombre de Costa Rica y ahí fue cuando me percaté que habíamos ganado”, narró.

La empresaria costarricense muestra el premio recibido por la organización de la Feria Gulfoods, el evento de la industria de alimentos, más importante del mundo. (Cortesía El Gusto Foods)

El impacto de su novedosa bebida fue tal que la prensa local solicitó varias entrevistas. Aún más importante, él mismo ayudó a cimentar la posibilidad de que El Gusto Foods se pueda expandir al mercado del Medio Oriente.

Además, gracias a esto y a otra inversión para desarrollar un novedoso sistema de colador portátil en monodósis, la empresa tica está apuntando a los mercados de China y Japón.

Precisamente, la tecnología para desarrollar esta nueva oferta proviene directamente de este último país. Su efecto disruptivo ya llevó a que inversionistas de América del Sur soliciten a la compañía cotizaciones para contratarla como proveedora.

Momento en que la empresa nacional recibe el galardón a la bebida más innovadora del evento. (Cortesía El Gusto Foods)