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El mundo vive el drama de las pruebas dañadas para el COVID-19, una española cuenta su historia

María Jesús Esbec es una mujer trabajadora, saludable, madre de dos niños y quien de repente, en medio de la…

Por Berlioth Herrera

Tiempo de Lectura: 2 minutos
El mundo vive el drama de las pruebas dañadas para el COVID-19, una española cuenta su historia
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María Jesús Esbec es una mujer trabajadora, saludable, madre de dos niños y quien de repente, en medio de la pandemia del coronavirus que está azotando España con particular fuerza, cayó enferma.

Primero vino la fiebre, el malestar y luego una tos tan intensa y la falta de aire, lo que la llevó al hospital donde estuvo 5 días ingresada con un diagnóstico de neumonía.

Mientras, en su casa, su esposo también enfermo con fiebre de 38 grados, dolor de articulaciones y los niños, sobre todo el mayor, con síntoma típicos en menores de la enfermedad provocada por el COVID-19.

Durante su estancia en el hospital María Jesús recibió la medicación que se usa para tratar los enfermos por el nuevo coronavirus y cuando salió también recibió el seguimiento que indica el protocolo, sin embargo, las dos pruebas del COVID-19 que le hicieron dieron negativas.

“Dicen que no saben, que este virus en muchas ocasiones no genera anticuerpos en gente joven y también depende de la carga viral”, contó a El Observador desde su casa en Valladolid, España.

Lo cierto es que María Jesús, su esposo y sus hijos no forman parte de las estadísticas de España que a este martes muestran 204.178 personas contagiadas con el COVID-19 y 21.282 muertes.

Eso dicen las cifras oficiales de la Universidad Johns Hopkins, sin embargo,

El Gobierno de España compró 640.000 pruebas de antígeno, a través de un proveedor de ese país a la empresa china Bioeasy, que estaban defectuosas.

Posteriormente la empresa intentó reemplazarlos, sin embargo, las pruebas que les hicieron determinaron que tampoco funcionaban bien porque tenían una alta probabilidad de no detectar el coronavirus en una persona que esté efectivamente infectada.

Turquía y República Checa también recibieron miles de kits de diagnóstico rápido que tuvieron que desechar por inservibles.

La semana anterior, el Gobierno informó que recibió 25.000 pruebas donadas por el BCIE que estaban incompletas. Posteriormente, el Banco se comprometió a enviar al país los kits de extracción que faltaban para el buen funcionamiento del equipo.

Varias situaciones como el uso de kits defectuosos o los pacientes asintomáticos, hacen que las cifras de la pandemia del coronavirus, que tiene al mundo de rodillas, posiblemente nunca se vayan a conocer con total exactitud.