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Marianela Arias, sexóloga de Durex
Hasta hace muy poco tiempo, el 14 de febrero había estado configurado para ser disfrutado de manera exclusiva por las personas en pareja.
Sin embargo, conforme el tiempo pasa y se replantean cada vez más los mandatos sociales que enmarcan el bienestar personal -desde parámetros como el matrimonio o el vivir la vida en pareja- se da más chance.
Y ese chance es para replantearse fechas especiales y su disfrute. O esquemas tradicionales de familia contemplando parejas del mismo sexo o parejas que deciden no tener hijos o hijas, sino mascotas.
Hasta temas más personales como el significado de amor, incluyendo al amor propio como parte del mismo.
Celebrar el amor… no desde la falta
Y es que celebrar el amor es siempre una posibilidad llena de disfrute y alegría. Y depende de ver este amor desde la particularidad y no desde la falta.
O sea, buscando amor en las diferentes vertientes de la vida y no solamente orientando esta idea al concepto de pareja tradicional.
Pensando el 14 de febrero como una excusa para celebrar y no un mandato a cumplir necesariamente, procedemos a adaptarla y hacerla nuestra.
Es importante darnos permiso de no sufrir este día, sino usarlo como excusa para conectar con nuestro entorno, nuestras amistades.
Inclusive, y más importante aún: con nosotras y nosotros, con nuestro placer, cosas como prácticas de autoerotismo, hasta disfrutar de nuestra comida favorita. O un momento de conexión con nuestro cuerpo, sea como sea que eso se ve desde la particularidad.
Un día que no debe ser incómodo
El “día del amor y la amistad” es como muchas otras cosas: un invento. Por tanto, el seguirlo sin cuestionamiento, tomándolo personal, como un evento doloroso o incómodo de algo que percibimos “que falta”, porque la sociedad así nos lo dicta… no tiene sentido.
En cambio, como invento, utilizarlo en nuestro beneficio, como excusa para la celebración del amor en todas sus formas. Pero también como lo estemos viviendo en esta etapa de nuestra vida… hace que este día se convierta en algo con un significado muy personal y beneficioso, si así lo decidimos.
Así que ojalá este 14 de febrero no sea más que una excusa para disfrutar, para cuidarnos, divertirnos, sentir, conectar.
Una excusa para celebrarNOS y recordar que el amor tiene múltiples formas, y esto no lo decide nuestra sociedad, lo decide nuestro corazón.
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