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El romanticismo emprendedor

Carlos Peña para El Observador Hace un tiempo, en una entrevista, me preguntaron si todos podíamos ser emprendedores; esa pregunta…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 3 minutos
El romanticismo emprendedor
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Carlos Peña para El Observador

Hace un tiempo, en una entrevista, me preguntaron si todos podíamos ser emprendedores; esa pregunta no solo es compleja de responder, sino que también conlleva un desarrollo de pensamiento filosófico importante el cual voy a dedicar en esta entrega.

De manera errónea, muchas personas creen que emprender es sencillo; es irse los viernes a trabajar a la playa y tener tiempo libre de sobra; cuando en realidad es literalmente todo lo opuesto.

Diversos estudios, especialmente hechos en los Estados Unidos, han demostrado que el éxito empresarial se consigue, según el promedio, hasta la cuarta vez que se emprende. En otras palabras, para lograr obtener el “éxito” empresarial (enfocado principalmente en el rubro monetario) se necesita fracasar, en promedio, tres veces y hasta la cuarta vez se logra el “éxito”.

Recordemos, el éxito medido en términos monetarios es un concepto dirigido para empresarios, no para autoempleados ya que los fines de ambos perfiles emprendedores son diferentes, para más detalles pueden leer el artículo de autoempleados vrs empresarios de hace unos días.

Revisando los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el Estado de la Nación y el Global Entrepreneurship Monitor podemos llegar a rescatar algunos datos importantes:

  1. Más de 465 mil nuevos emprendimientos nacen cada año en Costa Rica
  2. El 42% de los nuevos emprendimientos no va a subsistir ni 3 meses
  3. La edad promedio en la que los costarricenses emprendemos es 36 años (en países escandinavos el promedio es 19 años)
  4. Los negocios con nóminas pagadas por más de 3 meses ininterrumpidas y por ende considerados negocios estables pertenece a personas mayores de 45 años
  5. El 85% de las empresas no sobrevive a 12 meses de operación
  6. El 95% de las PYMES no crece en facturación ni cantidad de empleados en periodos menores a 12 años.

El último dato es el más alarmante, quiere decir que el sistema económico como tal, a nivel macro, es incapaz de generar las condiciones adecuadas y es errático en transferencias de recursos por medio de sus instituciones de apoyo PYME para lograr un mercado próspero y equitativo.

Todo lo anterior es para demostrar que emprender no es un juego, es un esfuerzo sistemático por lograr sostener un nivel de ventas, hacerlo crecer, lograr buenas utilidades y entendiendo siempre que la competencia existe, es agresiva y los tiempos cambian, por lo que usted y su giro de negocio deben de mantener el ritmo para sobrellevar lo nuevo.

El emprender no es un paseo a Jacó de jueves a martes, no es una vida relajada; significa mucho sacrificio personal, familiar y monetario.

Tengamos claro que una persona emprendedora es alguien que está dispuesto a vivir unos años como nadie quiere para luego vivir el resto de su vida como nadie puede.

Perseguir el éxito monetario es la herramienta para lograr sobrevivir en mercados voraces; innovar es la apuesta segura a trascender y el esfuerzo es la clave.

Lo último es mencionar que el esfuerzo debe de ser estratégico, no es trabajando más horas que uno se vuelve más rentable, si no los peones finqueros serían los millonarios y no los dueños de sitios web globales.

El emprendimiento debe de estar alejado del utópico romanticismo que nos venden programas de televisión con historias de superación personal solapadas de empresariedad, el emprendimiento es un tema serio, de números que merece toda la seriedad del caso.