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“Elige vivir”: El poema que le permitió a sobreviviente del cáncer dejar su huella

Hace 16 años Ana Fuentes recibió una noticia que la impactó: tenía cáncer de mama. A pesar de trabajar muchos…

Por Hermes Solano

Tiempo de Lectura: 2 minutos
“Elige vivir”: El poema que le permitió a sobreviviente del cáncer dejar su huella
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Hace 16 años Ana Fuentes recibió una noticia que la impactó: tenía cáncer de mama.

A pesar de trabajar muchos años en fundaciones apoyando a otras mujeres, no supo cómo enfrentar su situación.

Tenía 53 años y en su cabeza solo estaba el recuerdo de una tía que a la misma edad le detectaron la enfermedad y falleció.

“Es un impacto porque no se entiende lo que hay que pasar”, dijo esta mujer, quien logró sobrevivir y ha buscado dejar su huella en muchas otras personas afectadas por el cáncer.

“Es una noticia que te deja tambaleando, con temores y angustias”, añadió.

Escribir fue su mejor terapia. Eso le permitió poner su cabeza a pensar más allá de lo que estaba viviendo con su salud y así nació el poema “Elige vivir”.

“Encontré en la escritura una aliada para sanar temores, angustias, anhelos”, dijo esta sobreviviente de una enfermedad que el año pasado cobró la vida de 427 mujeres.

Casi cuatro años después de los tratamientos, cirugía, quimioterapia y demás, doña Ana invitó a varias mujeres que supervivieron al cáncer para que juntas contaran su historia.

Así nació el libro que lleva el mismo nombre de su poema: Antología “Elige vivir”.

“Mi vida se convirtió en una misión para dejar huellas y poder hablarles a otras pacientes de mi experiencia”, afirmó.

Doña Ana ha llevado su experiencia a varios países.

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15 años después

Esa frase le caló hondo a doña Ana y por eso desde 2008 también comenzó a darle forma a una fundación que colaborara con aquellas personas que estaban atravesando el cáncer de mama.

“Elige vivir” es el nombre de la organización que desde 2012 trabaja para colaborar y ayudar a aquellas que sufren la enfermedad y que luchan por salir adelante.

Luego de 15 años de su diagnóstico, esta mujer deja claro que es vital tener un estilo de vida saludable, algo que sabía de previo a tener cáncer, pero a lo que no le prestó atención.

“Hice cambios en mi estilo de vida; tuve que aprender a sacar tiempo para caminar, una mejor alimentación, perder peso… Todo eso es fundamental”, dijo.

Con su fundación trabaja con pacientes en diferentes hospitales, principalmente el San Juan de Dios, labor que se vio afectada por la pandemia. Pero eso no la detuvo.

Actualmente, ella y sus compañeras de la fundación atienden 18 personas afectadas por esta enfermedad, a las que les dan apoyo en todo sentido, haciendo énfasis en la parte mental, que es clave para poder salir adelante.

“Hay que entender que el cáncer no es sinónimo de muerte, por eso es importante un acompañamiento profesional y psicológico; eso se hace vital”, finalizó doña Ana.