Ojo Crítico

Empresa de hermano de Joe Biden usó carta de expresidente Solís para presunta estafa en Costa Rica

Frank Biden, hermano de Joe Biden – vicepresidente estadounidense durante el gobierno de Barack Obama – le propuso un proyecto…

Por Christine Jenkins Tanzi

Tiempo de Lectura: 8 minutos
Empresa de hermano de Joe Biden usó carta de expresidente Solís para presunta estafa en Costa Rica
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Frank Biden, hermano de Joe Biden – vicepresidente estadounidense durante el gobierno de Barack Obama – le propuso un proyecto de más de $1.000 millones en Guanacaste al entonces presidente Luis Guillermo Solís. Implicaba la creación de más de 2.500 trabajos en la zona, para construir cinco hoteles, 1.000 viviendas, un club de campo con spa y un plan de energía solar.

Solís recién comenzaba su gestión en 2014 cuando conoció a Frank Biden. Tres meses después escribió una carta oficial a favor del proyecto:

Compromete a mi gobierno a ser un facilitador, bajo el marco jurídico costarricense, en un clima de seguridad jurídica, siguiendo principios éticos y de transparencia, por lo que le solicitaré a las instancias requeridas, especial y diligente atención.

El Ministerio de Comercio Exterior debía plantear una hoja de ruta, según prometió Solís. Frank y su socio Craig Williamson llevaban unos cinco años tratando de conseguir inversionistas. Pero tenían un problema: Williamson, quien promocionaba las ventas desde el país, había sido denunciado en los tribunales de Costa Rica en 2011 y 2012.

El Observador habló con dos personas que invirtieron en el proyecto Guanacaste Country Club entre 2009 y 2010, que a la fecha no han recibido su dinero de vuelta.

Actualmente Williamson tiene una orden de captura, al haber sido declarado en rebeldía por el Tribunal Penal de Liberia. Esto tras la denuncia en el 2012, de un inversionista canadiense llamado Wade Boyd, quien declinó hablar para este reportaje, pero de cuyo caso este medio conoció detalles.

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Negociando a pesar de las denuncias

Las quejas de estos primeros inversionistas no frenarían a Frank y Williamson, aunque sí dejaron por un tiempo de referirse al proyecto como el Country Club, usando nombres como Nueva Liberia, Sun Costa Rica Initiative o Sun Fund Americas. También dejarían de hablar de un plan de $100 millones, para promocionar un megaproyecto de $1.000 millones.

En su carta, Solís lo describió como:

un centro hospitalario especializado en turismo médico y un centro de enseñanza, lo cual me agrada saber será inclusivo para los costarricenses que laboraran en el proyecto y la construcción de cinco hoteles de clase mundial, un centro internacional de convenciones y un importante centro deportivo y de recreación, donde se entrenarán futuros atletas olímpicos costarricenses.

Esa carta del 29 de agosto de 2014 daría una nueva legitimidad a Frank Biden y Williamson. Usarían el documento y fotografías que se tomaron con ministros, para atraer a nuevos inversionistas.

Esto ayudaría a convencer a Mireya Hernández y su esposo de República Dominicana, Tony Candelario. En 2016, la pareja invirtió $80.000 que a la fecha dicen no les han devuelto.

A Candelario le instruyeron promover el proyecto entre sus conocidos. “Estoy enviando estos archivos adjuntos listos para imprimir. Mi recomendación es imprimirlos y luego colocarlos en una carpeta para su inversionista en el siguiente orden: 1. presentación de Nueva Liberia de Delta 2. Biografías de Sun Fund 3. Decreto carta del presidente Solís 4. Foto de Biden Solís Williamson”, le indicó Williamson en un correo electrónico.

“Creo que esto proporciona una buena explicación de los principales aspectos del proyecto, las personas y la oportunidad”, agregó.

El expresidente Solís dijo que no conocía los problemas de Biden y Williamson hasta ser consultado esta semana por El Observador y que no había autorizado que su carta fuera “manipulada”.

“Espero que efectivamente su reportaje no insinúe que yo haya estado de alguna manera involucrado en algún tipo de relación indebida con esas personas. No lo estuve”, contestó Solís.

“La carta se emitió con una clara salvaguarda que es explícita en el texto: todo de acuerdo a las leyes nacionales y bajo la coordinación del Ministerio de Comercio Exterior”, destacó.

Ni Frank Biden ni Williamson respondieron a consultas sobre la supuesta estafa.

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Conexiones de Biden

“Esa fue la segunda vez que Craig Williamson nos llevó, para decir que aquí iba a poner esto y el otro, y que ya estaban listos los estudios del agua. La cosa es que ahí habló mucha paja”, contó Hernández sobre la visita a un terreno en Liberia en 2017. (Mireya Hernández)

Los negocios de los familiares de Joe Biden, aspirante presidencial demócrata, están bajo la lupa en Estados Unidos. Su hijo fue designado en la directiva de una compañía de gas ucraniana objeto de investigaciones de corrupción.

El presidente Donald Trump intentó vincular a Joe, un posible rival en las próximas elecciones, con el caso.

En enero el diario New York Post publicó que los vínculos de Joe Biden habrían facilitado los negocios de sus familiares en varios otros países, incluyendo Costa Rica.

“La visión de Frank de un club social en Costa Rica recibió el apoyo en los más altos niveles del gobierno costarricense, a pesar de su falta de experiencia con tales desarrollos. Se reunió con los ministros costarricenses de educación, energía y medio ambiente, así como con el presidente”, dice el texto publicado por el Post el 18 de enero.

El extracto forma parte del libro del periodista Peter Schweizer, “Perfiles en corrupción: abuso de poder por parte de la élite progresiva de Estados Unidos”, publicado días después.

Frank anunció que el proyecto incluiría una cancha de golf diseñada por la empresa del exgolfista profesional Jack Nicklaus. (Pr.com)

El proyecto tendría poco avance durante los siguientes cuatro años hasta finales del 2013, cuando los socios dijeron que habían logrado recursos privados y ahora se incluiría una “miniciudad solar”, según una entrevista con el semanario El Financiero.

Solís contó que en su caso, las reuniones del 2014 fueron coordinadas por la vicepresidenta Ana Helena Chacón a solicitud de Roberto Batalla, un abogado y empresario costarricense.

“Nunca hablamos sobre los personajes ni sus biografías, yo no pedí currículos. A mí me trajeron la propuesta que yo asumí era integral, con una inversión que en 10 años pretendía invertir $1.000 millones en Guanacaste”, dijo el exmandatario.

Aparte de Williamson, Frank Biden apareció en la reunión con Walt Howard y Richard Fish de la empresa Westinghouse Plasma, con un plan para generar energía a partir de residuos. Según Solís la aparición de personas de una compañía reconocida en temas de energía, hizo que la propuesta pareciera seria.

“En ningún momento ni el presidente Obama ni el vicepresidente Biden me pidieron que recibiera a Frank Biden. Tampoco condicionaron nuestras reuniones bilaterales a ningún encuentro”, aclaró.

Tras una primera consulta acerca de sus negocios en Costa Rica, Frank Biden negó cualquier participación de su hermano y hasta que existiera la intención de desarrollar el Country Club.

“No hay proyecto en Costa Rica. Nunca hubo. Visité Costa Rica cuando trabajaba con Hand and Hand Ministries en 2008, mientras vivía en Belice. Mi hermano nunca estuvo involucrado, consciente o de alguna manera involucrado con mis actividades en la región”, contestó desde un correo electrónico de The Berman Law Group, adonde aparece como asesor sénior.

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Programa de “escuelas solares”

Frank Biden visitó el país por última vez en el 2017 según los registros de Migración. En una conferencia promovió un proyecto para colocar paneles solares en escuelas públicas.

Biden lo propuso como un “cambio disruptivo” que ayudaría a bajar la factura eléctrica de las escuelas. Algo así no se podría desarrollar en Estados Unidos debido a todos los obstáculos de burocracia, adujo en San José en mayo del 2017.

“Tengo que atravesar una serie de obstáculos para hacer lo correcto en la construcción de escuelas en los Estados Unidos. Aquí, gracias a Dios, por la voluntad de la gente y su administración, y las personas de su Ministerio de Educación, quieren que esto suceda”, comentó.

Biden y Williamson también buscaban inversionistas para este proyecto. Escribieron de nuevo al dominicano Tony Candelario.

“Sr. Biden, gracias por la invitación a unirse al programa de escuelas solares, pero en este momento no estoy interesado. Estuve en Liberia el 15 de diciembre y fui al futuro sitio del Guanacaste C.C. y está igual que cuando Craig me lo mostró hace un año, nada. Por lo tanto, me gustaría que me devolviera el dinero que invertí”, contestó Candelario en un correo el 27 de diciembre del 2017.

Le contestarían con nuevas promesas del supuesto progreso desde el correo de [email protected]. “Lamento escuchar que esté decepcionado. Te aseguro que está lejos de ser nada. Nuestro proyecto solar ahora está totalmente suscrito con inversionistas”, contestaron desde esa dirección.

“Nuestro contrato con Nicklaus se acaba de actualizar y ya hemos tenido que ajustar los precios al alza para los nuevos compradores. Sin embargo, permítame obtener personalmente los detalles del desarrollador y gestionar esto por usted. De hecho, podríamos usar estos lotes como inventario para ventas”, agregó Biden.

Este nuevo proyecto también contaba con un memorando de entendimiento firmado por Sonia Marta Mora, entonces ministra de Educación. “Esta carta de intenciones pretende fijar, con base en la buena fe, las intenciones de colaboración de la sociedad Sun Fund con el fin de que pueda proporcionar energía sostenible para los 200 centros educativos públicos de Guanacaste”, escribió Mora.

No fue posible conocer si el proyecto contó con inversionistas. Ante acercamientos del grupo con las escuelas públicas, el MEP emitió una circular aclarando que no existía ningún compromiso.

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No tenían terreno

“Mi proceso de consultoría para desarrollos acostumbra vender proyectos en menos de 24 meses a precios de mercado o por encima de ellos”, dice Williamson en su página. (Life as a Vacation)

El Juzgado Penal de Liberia dictó la apertura de juicio por la persona que denunció en el 2012. Pero luego se pactó una conciliación, la cual Williamson incumplió. En el 2018 fue declarado en rebeldía y se ordenó la orden de captura.

Wade Boyd, el inversionista canadiense que interpuso la denuncia por estafa, declinó referirse, pero El Observador tuvo acceso al expediente de su caso.

En la denuncia se alega que Williamson le siguió pidiendo dinero adicional a la prima que ya había depositado, aunque para ese momento había vencido el contrato del fideicomiso para el terreno en Cañas Dulces de Liberia donde estaría ubicado el club. Williamson, quien no era dueño del terreno, tenía una contrato con la posibilidad de comprar la finca, que venció el 28 de febrero del 2010.

“Williamson continuó enviando correos electrónicos a mi representado, en fechas posteriores a la terminación del contrato, en febrero del 2010, insistiendo en que el proyecto se estaba desarrollando y llevándose a cabo, con lo cual indujo en error al señor Boyd quien continuó haciendo envíos de dinero, aún cuando el plazo del fideicomiso ya había expirado”, dicta el expediente.

En el 2012, Williamson declararía que tenía un nuevo sitio en frente del Aeropuerto Internacional de Liberia en donde ahora desarrollaría el proyecto.

“Si fuese necesario puedo proveer información especifica con respecto a la ubicación exacta del proyecto Guanacaste Country Club, como por ejemplo mapas de catastro y croquis de internet. Inmediatamente después de las próximas elecciones en Estado Unidos de América llegarán a Costa Rica representantes de nuestra junta directiva, entre los cuales (está) el señor Frank Biden, el hermano del actual vicepresidente de Estados Unidos”, aduce su declaración.

Craig Williamson (caso Biden)

En su sitio web, Williamson aseguró que usaba una moto acuática para llegar al trabajo. (Foto: Life as a Vacation)

Williamson no ha estado en Costa Rica desde el 2017 y hoy trabaja para el Jack Nicklaus Residence Club en Orlando, según comunicaciones de la empresa.

También es autor de un libro publicado este año: “Life as a Vacation, The Ultimate Buyers Guide to Vacation Rental Property”, en el que cuenta acerca de su experiencia en Costa Rica para convencer a personas acerca del potencial negocio que tendrían al alquilar sus propiedades para temporadas de vacaciones.

Mientras tanto, Candelario y Hernández siguen esperando su dinero, así como Sergio Lizano, quien invirtió $210.000 en el 2009 y José Ramón Sosa, que estima entregó al menos $20.000 en el 2010.

Colaboraron los periodistas Paulo Villalobos y Tomás Gómez.