Tomás Gómez
Dos empresas de los Estados Unidos y una de Irlanda ya mostraron interés en llegar a Costa Rica si se aprueba la ley que legaliza el uso industrial del cáñamo y el medicinal del cannabis.
La Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE), confirmó el dato. Según explicaron, las empresas ya consultaron sobre el avance de ley y su eventual reglamentación.
“Desde Cinde sí vemos potencial para que Costa Rica sea un destino de atracción de
inversión en cáñamo y cannabis medicinal”, señaló la institución.
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Cinde, encargada de la promoción del país como destino de inversión, detalló también que se trabaja en una estrategia para el desarrollo de esta industria. Para ello se está explorando la experiencia de otros países que ya explotan en cannabis y el cáñamo; y se cuenta con la guía de expertos de Colombia y Estados Unidos.
Los ajustes legales a nivel internacional han permitido el avance de las industrias del cannabis y el cáñamo a nivel internacional, con aplicaciones que van del uso industrial a la marihuana recreativa (AFP)
Potencial para el cáñamo
El tema del cannabis y sobre todo el cáñamo llevan años en debate, destacando sobre todo el aporte económico que su desarrollo podría generar.
Así lo confirmó la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) en un estudio presentado a finales del 2020. En él, se halló potencial para la industria en Costa Rica.
La dimensión del mercado global se calculó entonces en $5.733 millones, con posibilidades de crecer hasta 22% para el 2025. Los principales mercados para la venta de productos de este segmento son Estados Unidos (32%), China (28%) y Europa (28%).
En lo que respecta a Costa Rica, la principal potencialidad se ubicó en los productos obtenidos a partir de CBD (cannabidiol, elemento no psicoactivo del cannabis), como suplementos, soluciones tópicas, o incorporándolo en alimentos y bebidas.
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Asimismo, hay la oportunidad de generar productos de aplicación industrial como bioplásticos y construcción sostenible; alimentos como lácteos, productos de panadería, semillas y snacks; y productos de cuidado personal como jabones y lociones.
El estudio destacó que el mercado para productos a base de la planta aún es pequeño por lo que el país tiene oportunidades para incorporarse; el crecimiento del mercado depende de conforme evolucionen las regulaciones de los países.
En segundo lugar, según el informe, hay potencial para cáñamo en grano, que puede ser utilizado también en suplementos alimenticios o de consumo directo de la semilla. Esto dado su alto valor nutricional.
La producción de grano, comparado con la de CBD, tiene menor intensidad de mano de obra y rentabilidad.
Pero el estudio dice que podrían exportarse productos con enfoque natural y vegano, a destinos como Estados Unidos.
La tercera opción productiva que destaca el estudio es la fibra, que tiene aplicaciones en bioplásticos, textiles, hempcrete (un material similar al concreto)y biocombustibles.
No obstante, esta tiene la menor rentabilidad e intensidad de mano de obra y es calificado como un mercado de bajos precios debido a la importante participación de China.
Del cannabis y el cáñamo se obtienen diversos productos para la salud, la industria y hasta la construcción (Archivo)
Pedido de los diputados
Para la diputada independiente Zoila Volio, promotora de la ley, la noticia de posibles inversiones confirma la expectativa de reactivación económica. Además, destacó la generación de empleo que traería la legalización.
“Desde que hice la investigación previa a la redacción del proyecto encontré el gran mercado internacional que hay. Por eso tome la decisión de presentarlo”, afirmó.
Volio agregó que ahora solo falta la firma del Poder Ejecutivo y que espera que lo haga pronto.
Desde sus redes sociales, otros diputados han pedido al Gobierno no vetar la iniciativa.
#NoVetenLaLey
— Paola Vega 🫧 (@paolavegar) January 18, 2022
✊🏽 pic.twitter.com/tpdcIULvUs
#Noalveto #Firmelaley pic.twitter.com/preBYbDGTt
— Roberto H. Thompson Chacón (@rothocha) January 18, 2022
Alvarado tiene la última palabra
Diferentes posiciones del Gobierno del presidente Carlos Alvarado provocaron dudas sobre el futuro de esta legislación.
Inicialmente, el Mandatario lo incluyó como uno de los pocos planes concretos de reactivación económica ante la pandemia en su informe anual del 2020.
La idea chocó con integrantes de su propio gabinete, como los ministros de Agricultura y Seguridad, quienes rechazaron la aprobación del plan.
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Cuando el proyecto avanzó más en la Asamblea Legislativa, el presidente Alvarado dijo que respetaría la voluntad de los diputados.
Incluso, en diciembre cuando la Sala IV avaló la iniciativa, el Ejecutivo emitió un comunicado donde afirmaba que “ni la Presidencia, ni el Ministerio de la Presidencia han hecho ningún planteamiento sobre un veto parcial a la iniciativa”.
Dicha posición choca ahora con la del ministro de Salud, Daniel Salas. “El problema que tenemos con el proyecto, a como está, es que la parte de autoconsumo, autocultivo, es tan laxa que básicamente usted puede consumir la mata entera sin algún procesamiento, sin buenas prácticas”, alegó el jerarca a mediados de diciembre.
Más dudas llegaron la semana anterior con la aprobación de la ley en el Congreso. El ministro de Comunicación, Agustín Castro, dijo que no hay decisión “ni en un sentido ni en otro”.
El Gobierno recibió la ley de cáñamo el pasado lunes y a partir del martes corren 10 días hábiles para que decida si lo vetará.
El plazo vence el lunes 31 de enero, es decir, a 6 días de las elecciones presidenciales y legislativas de febrero.
En caso de veto, a los diputados solo les queda la figura del resello, donde deberían votarlo por 38 votos para que el texto se mantenga con vida.
La ley de cáñamo llegó a Casa Presidencial para su firma el lunes pasado.
