Tomás Gómez
Tras aumentar los casos y hospitalizaciones de covid-19, atribuido principalmente a la llegada de la variante Delta, los expertos dan por un hecho que se está ante una nueva ola.
“El país verá incrementos en el número de diagnósticos en las próximas dos o tres semanas hasta llegar a un pico”, indicó el último monitoreo del Centro Centroamericano de Población de la UCR.
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“Estos resultados de la proyección no son halagüeños, y dejan fuera del horizonte la posibilidad de volver pronto a cierta normalidad”, agregó.
Esta sería la cuarta ola en Costa Rica y vuelven a surgir dudas sobre su posible comportamiento.
¿Habrá pico?
Las olas arrancan con un incremento en los contagios, los cuales crecen en número hasta llegar a un punto máximo.
A partir de ahí viene un descenso o un aplanamiento.
Con el nuevo escenario de la variante Delta, el CCP proyecta dos posibles momentos para tener el pico.
- Finales de agosto: este es un escenario optimista donde se estabilizan los contagios, llegando a fin de mes con un pico de 1.800 casos diarios. Estos bajarían en poco tiempo y para octubre se bajaría a 200 casos diarios.
- Finales de setiembre: de seguir disparado el factor de contagio, la estadística seguiría creciendo por semanas y no se detendría hasta en mes y medio. Para ese escenario, el pronóstico sería de 3.000 contagios.
Tasa de contagios sube
El crecimiento de los contagios se refleja claramente en la tasa de reproducción del virus -conocida como R0-, ahora ubicada en 1,13.
Eso quiere decir que cada 100 enfermos producen 113 más, un nivel que no se veía desde mayo, durante la ola anterior.
Lo óptimo es que dicho factor baje a menos de 1, para confirmar que la pandemia va de caída.
En su revisión, el CCP advirtió también que el alza del R0 coincide con el aceleramiento de las vacunas.
Al respecto, recordaron que la efectividad de las vacunas se ve hasta pasadas varias semanas de su aplicación, por lo que aún faltan algunos días para ver su efecto positivo, aunque también podría haberse dado una sensación contraria.
“Es posible, sin embargo, que un imprevisto efecto secundario adverso de esta vacunación masiva de adultos jóvenes haya tenido lugar si muchas de las personas recién vacunadas se sintieron falsamente protegidas y abandonaron los protocolos y conductas anti-contagio. Este es un fenómeno observado en otros países como Uruguay, donde un paradójico aumento de los contagios fue de la mano con el avance rápido de la vacunación durante un periodo breve de tiempo”, plantea el informe.
