Danny Stewart se apresuraba a reunirse con su novio para cenar cuando pasó corriendo junto a algo que yacía en el suelo de una estación del metro de Nueva York. Pronto lo atesoraría más que cualquier otra cosa en el mundo.
Eran cerca de las 8 de la mañana del 28 de agosto del año 2000, justo después del frenesí de la hora punta. Era la hora cuando un tren subterráneo traqueteaba por la vía hasta la estación de la Calle 14, en el distrito de Chelsea de Manhattan.
Danny Stewart, de 34 años, llegaba tarde a cenar con su novio, Pete Mercurio, de 32.
La pareja se había conocido tres años antes a través de un amigo del equipo de softbol de Pete.
El momento del hallazgo
Danny se mudó con Pete y su compañero de piso, pero esa noche de verano había vuelto a su apartamento subarrendado en Harlem para recoger el correo.
Mientras Danny se apresuraba a salir de la estación, algo llamó su atención.
“Me percaté de que en el suelo había algo pegado a la pared que pensé que era un muñeco“, dice.
Estaba perplejo: ¿por qué un niño dejaría un muñeco en el suelo? Pero continuó subiendo las escaleras hasta la salida.
“Miré hacia atrás una vez más, y fue entonces cuando vi que sus piernas se movían”.
Bajó corriendo las escaleras y se dio cuenta de que el muñeco era en realidad un bebé envuelto en un suéter oscuro, con sus diminutas piernecitas sobresaliendo.
“No tenía ropa, solo estaba envuelto en aquel suéter. Su cordón umbilical todavía estaba parcialmente intacto, así que podía adivinar que era un recién nacido. Pensé que tal vez tenía un día o dos”, recuerda Danny.
“¡Encontré un bebé!”
Danny apenas podía creer lo que veía. No podía entender cómo habían dejado a un bebé en el suelo, ni quién pudo haberlo hecho.
El niño estaba muy callado y, sin embargo, también alerta, con ojos grandes y muy abiertos.
“Miró hacia arriba y le acaricié la cabeza, y luego lloriqueó un poco. Toda la situación parecía irreal. Traté de alertar a la gente sobre lo que estaba sucediendo, pero no logré llamar la atención de nadie“.
Danny gritó: “¡Por favor, llamen a la policía!“, pero casi todo el mundo lo ignoró.
“Una mujer me prestó atención, pero no hablaba inglés así que no entendía lo que decía, aunque le estuviera señalando al bebé”, evoca Danny.
“Creo que probablemente pensó que yo estaba un poco trastornado”.
Esto fue antes de que todos tuviéramos celular. Además, Danny tenía miedo de levantar al bebé del suelo por si lo lastimaba.
Así que subió corriendo las escaleras hacia la calle hasta encontrar un teléfono público y llamó al 911 (el número de emergencias).
“¡Encontré un bebé!”, espetó. Luego le dijo a la policía dónde se encontraba y volvió corriendo para comprobar que el bebé aún estaba bien. Esperó durante lo que le parecieron siglos.
“Estoy seguro de que fueron solo unos minutos, pero el tiempo se detuvo y mi corazón se aceleró“, dice.
“Me dije: probablemente piensen que esto es una broma y no me creerán, así que alguien más debería llamar. Fue entonces cuando pensé en Pete”.
Sacando una moneda de 25 centavos de su bolsillo, corrió hacia el teléfono público para llamarle.
“Una vez más, dije: ‘¡Encontré un bebé! No creo que la policía me crea, así que por favor llama ahora mismo'”.
Pete, quien llevaba un rato caminando de un lado a otro, mirando por la ventana de su apartamento esperando a Danny, cuenta que se le pusieron los pelos de punta.
“Como Danny no bromea, no habría dicho nadasi no fuera cierto“, dice.
Salió disparado del apartamento hacia la estación de metro y llegó cuando la policía se llevaba al bebé para que le hicieran un chequeo en el hospital.
Después de que Danny diera su testimonio, los dos se fueron.
“Recuerdo que me volví hacia Danny y le dije en la acera mientras se alejaba el auto de la policía: ‘¿Sabes? estarás conectado con ese bebé de cierta manera por el resto de tu vida'”, cuenta Pete.
“Danny respondió: ‘¿Qué quieres decir?’. Dije: ‘Bueno, algún día este niño se enterará de la noche en que lo encontraron, y es posible que quiera encontrar a la persona que lo descubrió. Tal vez exista una forma de averiguar dónde lo llevan y enviar un regalo de cumpleaños cada año en esta fecha'”.
Dos papás
Al día siguiente, la noticia del bebé hallado en el metro estaba en los titulares.
“Danny Stewart fue el buen samaritano que encontró al bebé”, dijo un reportero, que lo entrevistó para el noticiero de televisión.
“El bebé es hispano con mechones de cabello castaño en la parte superior de la cabeza”, dijo otro.
Danny quería saber cómo estaba el bebé, y fue al hospital donde lo habían llevado, pero no pudo obtener ninguna noticia.
“Así como era inconcebible hace 20 años pensar en ser papás, es aún más inconcebible ahora pensar en no serlo”