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Enfoque de género será necesario para mitigar desempleo femenino tras la pandemia

Políticas públicas -especializadas y con enfoque de género- serán necesarias para mitigar el desempleo femenino y el alza en su…

Por Paula Umaña

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Enfoque de género será necesario para mitigar desempleo femenino tras la pandemia
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Políticas públicas -especializadas y con enfoque de género- serán necesarias para mitigar el desempleo femenino y el alza en su incidencia tras los efectos económicos causados por la pandemia de COVID-19.

El desempleo en Costa Rica ya alcanza el 15,7%, la cifra más alta de los últimos 10 años. Y esta cifra no impacta por igual a hombres y mujeres: el desempleo entre la población femenina alcanzó un 20,8% mientras que los hombres registran un 12,2%.

Los datos se desprenden de la Encuesta Continua de Empleo (ECE), publicada el jueves por Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Responden al análisis del trimestre móvil compuesto por los meses de febrero, marzo y abril de 2020.

Solo en esos meses, las mujeres tuvieron un crecimiento del 6,3 puntos porcentuales en cuanto a desempleo.

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Pese a que la cifra ha sido afectada específicamente por las condiciones generadas por el COVID-19, la brecha de desempleo es histórica y se ve impactada por diversos factores estructurales.

María Picado, coordinadora del área de Gestión de Políticas Públicas del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), aseguró que la brecha de empleo es un problema estructural y que el COVID-19, lejos de crear nuevas brechas, vino a poner en evidencia y profundizar las ya existentes.

“Nosotras las mujeres, según las investigaciones y lo vemos en los datos, estamos enfrentando una triple barrera: de inserción, en la selección y permanencia en el empleo y barreras de valoración que tiene que ver con el valor que se le da al trabajo que usualmente hacemos las mujeres”, señaló Picado.

Con esto coincide la investigadora del Estado de la Nación, Natalia Morales, quien aseguró que si bien los nuevos datos son alarmantes, no son sorprendentes.

“Hace diez años analizamos la crisis económica y se veía cómo claramente el grupo más afectado eran las mujeres. En las épocas de crisis, y conste que esta es muy distinta, se afecta directamente las expectativas de los empresarios y de la contratación y las mujeres son más afectadas”, dijo Morales.

Ambas nombran diversos factores estructurales:

  • La distribución del cuido y los trabajos domésticos no remunerados cargados sobre las mujeres. Las mujeres dedican 35,49 horas a labores domésticas no pagas, mientras que los hombres dedican solo 13,42 horas, según la Encuesta del Uso del Tiempo del 2017.
  • Las mujeres se están empleando en sectores de la economía menos valorados en el mercado -como comercio y servicios-, pese a que es la población con más estudios. Además, se está más expuesta a la informalidad.
  • El empleo de las mujeres se visualiza como secundario, como un aporte que complementa los ingresos de la cabeza de hogar.
  • La salida temporal de las mujeres por cuestiones como la maternidad o familiares, que complica el acceso al mercado laboral nuevamente.

“Si no resolvemos el tema de corresponsabilidad pasa que las mujeres nos incorporamos más tarde al mercado laboral, menores oportunidades de emplearse a tiempo completo, menos posibilidades de trabajar horas extras y eso es castigado en el mercado laboral actual, eso limita ascensos o posibilidades de estar en jefaturas”, señaló Picado.

Primeros efectos de la pandemia

El servicio doméstico y el comercio, que emplean a miles de mujeres, son parte de las actividades más afectadas por la crisis económica, según la ministra de Trabajo, Geaninna Dinarte.

“Por ejemplo, el servicio doméstico ha sido golpeado por la reducción de los ingresos de las familias o porque están en la casa haciendo teletrabajo, lo que implicó suspensión o despido de mujeres”, indicó.

En el sector comercial, el 52% de las personas laboralmente activas son mujeres y en su mayoría son cabeza de hogar, según datos de la Cámara de Comercio de Costa Rica.

“El escenario planteado por el INEC incluye los primeros efectos de la crisis ocasionada por el COVID-19 (abril), no obstante, es importante estar atentos a los resultados de marzo y trabajar para que los efectos del mes de junio sean los menores posibles”, señaló Arturo Rosabal, vicepresidente de la Cámara.

Se intentó conocer más sobre los factores que podrían incidir en el desempleo de las mujeres del país; no obstante, desde el Inamu aseguraron que las voceras estarían todo el día en una reunión.

Acciones del Estado

Ambas investigadoras aseguran que Costa Rica debe trabajar en una política especial que incentive el empleo femenino.

Morales explicó que para reactivar la economía el Gobierno no puede dejar por fuera las características laborales de la población de mujeres en el país e incentivar en los generadores de empleo la contratación de mujeres y programas de igualdad.

“Si lo dejás a lo libre del mercado, las brechas van a persistir. Deben ser políticas con enfoque de género”, dijo la investigadora del PEN.

Asimismo, Picado aseguró que se debe promover con mayor fuerza condiciones de igualdad en cuanto al cuido y una corresponsabilidad social más marcada.

“Si el Estado no empieza a hablar de una corresponsabilidad social de los cuidados, con una participación de la población, del Estado y de la empresa privada, no vamos a resolver el problema estructural de la inserción de mujeres al mercado laboral”, señaló la coordinadora del Inamu.

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