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Entendiendo a nuestras hijas (entre los 9 y 11 años de edad)

En esta edad de los 9 a los 11 años, se deben destacar algunas diferencias importantes entre los niños y…

Por Margarita Murillo

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Entendiendo a nuestras hijas (entre los 9 y 11 años de edad)
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En esta edad de los 9 a los 11 años, se deben destacar algunas diferencias importantes entre los niños y las niñas, sobre todo porque estaremos construyendo esa capacidad de relacionarse y construir sus imágenes y lo que serán hacia la relación con los otros.

Muchas de las niñas buscarán encontrar una imagen con la cual identificarse y ahí precisamente esta el asunto: al querer construir esta imagen, es cuando pueden comenzar a nacer algunas alteraciones en la adquisición de lo que se quiere ser como mujer.

Con esto me refiero, por ejemplo, a los trastornos de la alimentación en donde los más conocidos son la anorexia y la bulimia, entre otros, y se ha convertido en un problema serio de nuestros días, que precisamente inicia alrededor de estas edades en las niñas (de 9 a 11 años).

Altibajos de hormonas

Cuando las niñas comienzan a presentar los primeros signos puberales no podemos pasar de lado que las hormonas estarán presentes, y que precisamente, la edad sexual en la que comenzarán a estar se caracterizará por los picos o altibajos en sus emociones. Es decir, sus emociones comenzarán a ser muy cambiantes, pasando de la alegría a la tristeza, el enojo o la inseguridad con una rapidez sorprendente. 

Y es aquí en donde entra la parte de los padres, madres y docentes. Nos corresponde afianzar ese encuentro con lo que ella es, afianzar sus habilidades, atender sus debilidades y promover el máximo desarrollo de sus potencialidades. 

Que comience a conocer su cuerpo, sus cambios; que los podamos ligar al respeto y dignificación de su cuerpo, en todos los aspectos, en la exploración, en la aceptación. Es decir: ni promover que no se toque o no vea su cuerpo, porque eso simplemente no es cierto; pero tampoco pretender que se dé “naturalmente”. 

Aceptar su cuerpo

Aceptar, amar, conocer y disfrutar su cuerpo es parte del proceso de educación del deseo y el placer. No hacerlo la puede poner en una práctica de riesgo, pues el mandato inconsciente y colectivo manifiesta que los hombres “se hacen cargo del placer femenino”.

En esta época la influencia de las amigas, los famosos sarcasmos y chismes entre ellas, la forma tan cruel como se tratan y degradan es necesario abordarlo y corregirlo en todo momento.

Eso solo se puede abordar con mucha firmeza y luchando porque asuman valores hacia el respeto mutuo, la aceptación, y la promoción de encontrar identidades que sean acordes con sus realidades.

Como ejemplo: las que son de contextura gruesa pretenden ser de contextura delgada o viceversa. Y quizás nosotros los padres y madres entraremos en un estado de desesperación y lucha frontal por convencerlas de que son preciosas.  Pero no es un asunto de decirlo. Ellas, cuando se miran al espejo ven los cambios, que son drásticos y se producen en muy corto tiempo, sobre todo en este período.  Llegan a sentir vergüenza, temor, duda, confusión, se comparan, se lastiman.

Promover el encuentro

Debemos promover el encuentro y reconocimiento claro de los cambios emocionales y físicos y de los procesos que se seguirán dando para evitar que desarrollen depresiones, complejos o fobias innecesarias. Se debe promover mucho el deporte.

Tanto hombres como mujeres deben aprender a que les guste hacer deporte. Es el mejor espacio, tanto para tener una buena salud, como un medio recreativo para estabilizar emociones.

Nuestro papel es el de ser firmes y amorosos, creativos para encontrar salidas que promuevan la máxima realización en todos los ámbitos en una interacción con el encuentro de comenzar a convertirse en muchachas.

Es difícil y tenso. Saquen tiempo para salir a solas con ellas, tanto el papá como la mamá. Pueden salir a “perder el tiempo”, de tal forma que puedan consolidar un espacio de diálogo, de encuentro. Un espacio que les diga AQUÍ ESTOY: no entiendo nada, pero estoy contigo.

Margarita Murillo es psicóloga y máster en sexualidad clínica. Autora del libro: “Cómo enseñar sexualidad”
Web: http://sexoamoryvida.com/
Correo: [email protected]
Instagram: @margaritamurillo
Facebook: Margarita Murillo Sexóloga