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¿Es posible querer a una mascota como a un hijo? Las familias interespecie en Costa Rica

Bruno José es un schnauzer que, desde los tres meses de vida, duerme en la cama de su “mamá” Maddie…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 4 minutos
¿Es posible querer a una mascota como a un hijo? Las familias interespecie en Costa Rica
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Bruno José es un schnauzer que, desde los tres meses de vida, duerme en la cama de su “mamá” Maddie Serrano.

Hoy, con 4 años, Memé o Godogó– como le dicen de cariño- sigue reinando en la cama, pero ahora de sus dos “mamás”: Maddie y Noelia Bermúdez.

“Es el amor de nosotras. Nos hace reír todos los días. También nos acompaña en todo, jugados… es el chineado de la casa. Y nos hace sentir, además, súper amadas porque es demasiado cariñoso”, expresó Maddie.

El caso de Bruno José y su lugar dentro de una casa no es aislado.

En Costa Rica -y en otras latitudes- son innumerables las historias de personas que no ven a su perro o gato como simples mascotas.

Estos animalitos son un miembro pleno más del hogar y hasta son vistos como “hijos” (“perrijos”, como se les dice comúnmente a los perritos). Así como ocurre en la casa de Maddie y Noelia.

Familias interespecie

A este fenómeno o nuevo modelo de hogar se le conoce como familia interespecie. Se trata de una adaptación social de aquella configuración clásica de la familia compuesta por mamá, papá e hijos.

Ahora, en estas familias interespecie las mascotas y los humanos pueden llegar a gozar del mismo nivel jerárquico dentro del hogar.

El diario El País publicó los resultados de un estudio divulgado en la revista Humanity & Society sobre las familias interespecie.

La publicación describió cómo esa relación de “padres y madres de mascotas” ha supuesto la construcción de un “nuevo rol”.

Las autoras del estudio, Nicole Owens y Liz Grauerholz, realizaron numerosas encuestas en hogares estadounidenses.

Un 80% de los consultados reveló tener una relación de hijos con sus mascotas. Y solo un 20% consideraba como amigos o compañeros a los animales que vivían con ellos.

¿Animales “humanizados”?

Yaxtun Víquez, psicóloga y columnista en El Observador, reconoció que este nuevo modelo de hogar es reciente, y que no se puede “juzgar como bueno o malo”.

“Hay teorías o corrientes que dicen que las mascotas se convierten en un miembro más de la familia, y esto es en especial con los perros, dado que suelen ser cariñosos y juguetones y se les asume como un bebé. Entonces se siente muy cercano y se empieza a ‘humanizar’ el perro.

“Mientras que hay otras teorías, también a nivel psicológico, que dicen que esto no es algo que sea sostenible ni sano a mediano ni largo plazo. Cuando se humaniza el animal es porque existen carencias a nivel emocional en el ser humano”, comentó Víquez.

La profesional explicó que, al tratarse de algo reciente, aún está en estudio. E insistió en la importancia de que las demás personas muestren “empatía, tolerancia y respeto a quienes decidieron tener a una mascota y hacerla sentir como parte crucial de su vida”.


Algunas historias en nuestro país

Este medio conversó con cuatro “mamás” de perros, que reconocen que viven devotamente para sus mascotas. Y, a su vez, aseguran que estas se han convertido en las reinas de la casa.

Maggie, Andrea y José

El hogar de Andrea Álvarez y José Fabio Ureña adquirió una dimensión especial con la llegada de Maggie, una dachshund de 3 años y 6 meses.

Ella duerme en la cama principal con ellos dos; los acompaña a comer a las diferentes horas, van de paseo (dentro y fuera del país) y hasta participó en clases de la maestría que ambos terminaron recientemente.

Incluso, en la graduación virtual Andrea agradeció a su esposo, a sus papás, a sus suegros y a Maggie.

Andrea contó una anécdota: una de las consideraciones para no viajar a Estados Unidos, este año, fue no saber si Maggie podría viajar con los dos.

Maggie tiene cuenta en Instagram: maggiethatcher_irondog

Bruno José, Maddie y Noelia

Este schnauzer de color sal y pimienta es la alegría de este hogar. Él es el consentido de la casa y su lugar no está en dudas.

“Es un miembro de la familia, pero nos gusta darle un trato especial. No lo humanizamos pero no le vemos nada de malo en que se acueste y duerma con nosotras.

“También en incluirlo en los paseos largos o en los pequeños, como simplemente llevarlo a tomar café, desayunar o hasta ir por un par de cervezas cuando el lugar es pet friendly.  Ahora aprovechamos que ahora hay muchos lugares así y hasta hoteles.

“Noe me conoció cuando Bruno tenía un año. Ella no planeaba tener un perrito, pero poco a poco le fue agarrando cariño. Y ahora de hecho yo le digo a ella que tienen un vínculo super especial… pienso que a veces la quiere más a ella que a mi jajaja”, contó Maddie.

Bruno José tiene cuenta en Instagram: brunito_theschnauzer 

Lisette, Nutela y Pinarella

Nutela y Pinarella son dos Golden Retriever que conviven en perfecta armonía con Lisette Acosta, su pareja y el hijo de él.

Y antes eran seis, pero Firulais -un zaguate rescatado- falleció producto de un cáncer.

Sus mascotas son más que eso; son miembros la familia y, como tales, comparten juntos cada momento: desde el tiempo en la casa hasta paseos a la playa, la montaña o la ciudad.

Nutela y Pinarella son tan pero tan importantes que la familia decidió mudarse de un apartamento a una casa en aras de contar con más espacio para las bebés de la casa.

Y Lisette tiene clara una cosa: las personas que decidan visitarla a su casa, tienen que saber que es la casa de las dos Golden. “Y a quien no le gustan los perros o se va a sentir incómodo, pues que no vengan”, expresó enfática.

Las dos perras tienen cuenta en Instagram: pinarella_y_nutella

Belinda, Lara y Charlotte

Lara llegó a la vida de Belinda años atrás tras haberla adoptado. Y luego fue el turno de Charlotte y de Chloé.

“Ellos nos dan amor incondicional, 24/7. Están pendientes de uno y siempre están alegres. Cuando yo llego cansada o estoy triste ellas vienen a buscarme y me dan amor y alegría, pero también lo exigen, aunque es más lo que dan”, relató Belinda.

Ella contó que él y su esposo bromean al decir que “tenemos tres bebés. Somos una familia completa y solo falta que las perritas hablen”.

“Con solo sus gestos y los ojos nos comunicamos sin necesidad de hablar”, agregó.

Tanto ella como su compañeros se desviven en los cuidados y atención para las tres perras. Por ejemplo: cada una tiene su camita y todas cuentan con ropa para el calor y para el frio así como con su chaleco salvavidas para cuando viajan a la playa.

Lara, Charlotte y Chloé tienen cuenta en Instagram: laracharlottechloe