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¡Es un buen tiempo para acompañarnos! 

Yaxún Víquez para El Observador Usemos todos los recursos que tenemos. Hoy estamos llamados a la flexibilidad de pensamiento y…

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¡Es un buen tiempo para acompañarnos! 
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Yaxún Víquez para El Observador

Usemos todos los recursos que tenemos. Hoy estamos llamados a la flexibilidad de pensamiento y asumir con control emocional y prudencia desde la solidaridad, desde la empatía y la realidad.

Vamos a cuidarnos entre todos (as), vamos a reconocer que la salud emocional es importante.

Busquemos formas para sentirnos cerca, busquemos espacios dentro del día a día para hablar y escucharnos entre todas las personas, sin juzgarnos desde la emoción, validando también la intención.

Las emociones varían y eso se vale, es necesario reconocerlo. Entender que la salud emocional/mental debe ser una prioridad, que merece cuidado como cualquier otro aspecto de nuestro día a día.

En la vida necesitamos validar, y reconocer nos permite aliviar esa carga emocional que muchas veces sentimos y que creemos debemos controlar y manejar de manera perfecta. Es como si se tratara de un manual donde no se permiten errores, donde tenemos que anular nuestra vulnerabilidad para sentirnos y estar bien.

Lo cierto es que, de verdad, lo estamos haciendo lo mejor que podemos, con esos recursos de consciencia y con nuestra emocionalidad siempre, en todo momento.

Vamos a darnos permiso de revisar cómo nos sentimos y a preguntarnos con mucha insistencia, ¿qué puedo hacer hoy por mí para estar mejor? De esta manera podré acompañar a quien necesita de mí de manera sana y positiva.

Hoy, más que nunca, WhatsApp y las videollamadas se vuelven un pilar necesario. Hagamos uso de esa tecnología de manera responsable y positiva; echemos manos a los recursos que vamos generando en el día a día.

Hoy más que nunca toca preguntarnos, ¿cómo está esa persona con la que vivo? Sin importar la edad, sin suponer.

Hoy más que nunca estamos llamados a esa revisión personal a la que muchas veces nos hemos negado por temor. Hoy es importante que empecemos a reconocer que no todo tenemos que hacerlo solos (as) y que justamente en nuestra vulnerabilidad está el sano reconocimiento de nuestra humanidad.