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¿Es usted de las personas que atrae a los zancudos más que otras? Un estudio explica la razón

Aunque parezca increíble pero es cierto. Un reciente estudio del Laboratorio de Neurogenética y Comportamiento de la Universidad de Rockefeller…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 4 minutos
¿Es usted de las personas que atrae a los zancudos más que otras? Un estudio explica la razón
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Aunque parezca increíble pero es cierto. Un reciente estudio del Laboratorio de Neurogenética y Comportamiento de la Universidad de Rockefeller en Nueva York revela que hay personas que funcionan como un imán para los zancudos más que otras.

Si usted es de las personas que no importa si está dentro de su casa, comiendo en una terraza o en la playa y esos minúsculos insectos le pican una, dos y muchas veces… eso tiene una explicación científica.

El equipo explica que los mosquitos siguen nuestras exhalaciones de CO2 y el calor corporal, pero también el olor del cuerpo.

Sobre este último punto, los científicos Leslie Vosshall y Maria Elena De Obaldía se centraron en las variaciones individuales de olor relacionadas con la microbiota de la piel.

Es así como el estudio -recientemente publicado en la revista Cell demostró que los ácidos grasos que emanan de la piel pueden crear un perfume embriagador al que los zancudos no pueden resistirse.

“Existe una relación muy, muy fuerte entre tener grandes cantidades de estos ácidos grasos en la piel y ser un imán para los mosquitos”, afirmó Vosshall, quien también es director científico del Instituto Médico Howard Hughes.

De esta manera, se derriban alguno mitos o leyendas urbanas que apuntan a que estos molestos insectos voladores -porque sí, son molestos- picaban más según el grupo sanguíneo, nivel de azúcar en la sangre y hasta el consumo de ajo o bananos de las víctimas.

Estudio duró tres años

La investigación de Vosshall y De Obaldía tardó tres años y se basó en los resultados que obtuvo tras estudiar a ocho personas.

Para eso el estudio se centró en el mosquito Aedes Aegypti, la principal especie vectora del Zika, el dengue, la fiebre amarilla y el chikungunya.

A las ocho personas se les pidió que llevaran medias de nailon sobre los antebrazos por al menos seis horas al día. Los participantes en la investigación repitieron este proceso durante varios días.

Durante los años siguientes, los investigadores probaron las medias de nailon entre sí en todos los emparejamientos posibles a través de un “torneo” de estilo round-robin.

Según explica la Universidad de Rockefeller en su sitio web, se echó mano de un ensayo de olfatómetro que construyó De Obaldía. Se trató de una cámara de plexiglás dividida en dos tubos, cada uno de los cuales terminaba en una caja que contenía una media.

Los científicos colocaron mosquitos Aedes Aegypti en la cámara principal y observaron cómo los insectos volaban por los tubos hacia uno u otro nailon.

zancudos mosquitos

El participante “33”, la pobre víctima

El objetivo más atractivo para el Aedes aegypti fue el sujeto denominado como 33. Esta persona era cuatro veces más atractiva para los mosquitos que el siguiente participante más atractivo del estudio.

Y asombrosamente el participante 33 era 100 veces más atractivo que el menos atractivo, el sujeto llamado 19.

Algo que llamó la atención es que no importara el ensayo que realizaran. Lo cierto del caso es que el participante 33 siempre resultaba ser el más atractivo para los insectos, que pululaban a su alrededor.

“Es el tipo de cosas que me entusiasman como científica. Esto es algo real. No se trata de un juego de palabras. Se trata de un efecto enorme”, explicó De Obaldia.

Los investigadores clasificaron a los participantes en personas de alto atractivo o bajo atractivo para los zancudos. Luego se preguntaron qué los diferenciaba.

Mediante exámenes y análisis químicos encontraron que los primeros (los atractivos altos para los zancudos) tenían 50 compuestos moleculares que estaban elevados en el sebo (una barrera hidratante de la piel).

No solo eso: estos participantes producían ácidos carboxílicos en niveles mucho más altos que los voluntarios menos atractivos.

“Estas sustancias se encuentran en el sebo y son utilizadas por las bacterias de nuestra piel para producir nuestro singular olor corporal humano”, explica el estudio.

Para cotejar los datos realizaron un nuevo experimento con 56 personas, entre ellas el partiipante 33, quien nuevamente resultó quien atraía más mosquitos.

Mosquitos y su complejo sistema olfativo

“Algunos sujetos estuvieron en el estudio durante varios años, y vimos que si eran un imán para los mosquitos, seguían siéndolo.

“Muchas cosas podían haber cambiado en el sujeto o en sus comportamientos a lo largo de ese tiempo, pero esta era una propiedad muy estable de la persona”, indicó la científica.

Su compañero en la investigación asegura que este estudio refleja el exquisitamente complejo sistema olfativo del Aedes aegypti.

“Se trata de un mecanismo de seguridad del que depende la hembra del mosquito para vivir y reproducirse. Sin sangre, no puede hacer ninguna de las dos cosas.

“Por eso tiene un plan de seguridad y un plan de seguridad y un plan de seguridad y está sintonizado con estas diferencias en la química de la piel de las personas que persigue”, dice Vosshall.

Ambos especialistas de la Universidad de Rockefeller esperan que este trabajo inspire a los investigadores a probar con otras especies de mosquitos. Pero también a que se invierta en cómo lograr menos picaduras de zancudos con productos más amigables y responsables con el ambiente.