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Ese giro dramático de Botero que nos concierne a todos: su ‘Viacrucis’

“La Pasión de Cristo” según Fernando Botero rompe todos los esquemas, empezando por los de su creador. Las 60 obras…

Por Ana María Parra A.

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Ese giro dramático de Botero que nos concierne a todos: su ‘Viacrucis’
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“La Pasión de Cristo” según Fernando Botero rompe todos los esquemas, empezando por los de su creador.

Las 60 obras del “Viacrucis: la Pasión de Cristo”, y que serán exhibidas en la Galería Nacional del 20 de julio al 20 de octubre, son en sí mismas un gran parlamento de giros y de conciencia. Conservan esa estética marca Botero de figuras aumentadas y de detalles minimizados que terminan siendo las narices, los ojos, las orejas y a veces, hasta las cabezas.

Pero es en su parlamento donde radica lo clave de la historia: Botero da un giro drástico a su lenguaje y expresión artística muy distinto a lo mostrado en obras como “The Musicians” (1976), “Picnic” (1989) o su famosa “Naturaleza muerta con violín” (1965) o su romántica escultura “Mujer con espejo” (1987).

“(‘Viacrucis) representa un giro en la producción de la obra del maestro (Fernando Botero), porque en ella gira a una propuesta más dramática en su producción”, dijo Carlos Uribe, Director de Curaduría del Museo de Antioquia, en Medellín, en una entrevista para el Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura (CCCC) cedida a El Observador.

El curador, que pertenece al personal del Museo que es el tenente de la colección de Botero, se refiere al cambio de rumbo que el artista colombiano toma en estos lienzos. La obra de Botero se ha caracterizado por tener una mirada espontánea, de sátira y mucho humor sobre lo cotidiano y sobre la cultura y la identidad latinoamericana.

“El Maestro (Botero) plantea contenidos dramáticos relacionados con la historia bíblica (…) pero también las fracturas de la sociedad contemporánea. Muestra las torturas y el dolor que un ser humano puede causarle a otro ser humano”, explicó Uribe.

El Cristo entre rascacielos

El ‘Viacrucis: la Pasión de Cristo” -también conocida como “El Camino de la Cruz- retrata el dolor de aquella Pasión de Jesucristo, pero llevada a la realidad contemporánea. Y fue exhibida por primera vez en el 2011 en Nueva York.

En su relato de 27 óleos y 33 dibujos en técnica mixta, se mezclan las referencias pictóricas que a lo largo de los tiempos se han hecho sobre el discurso bíblico del doloroso recorrido con elementos de la vida moderna como policías, hombres en traje, calles empedradas de pueblos antioqueños en contraposición con rascacielos neoyorquinos; Cristo crucificado en el Central Park…

“He tratado de referirme al hombre más que a Dios”, ha dicho Botero sobre su “Viacrucis” porque, además, es su homenaje a obras de arte que lo han inspirado a lo largo de su carrera como las de Giotto, Van Eyck, la iconografía religiosa del siglo XV y la primera manifestación del renacimiento del norte de Europa.

Y eso es lo que en Costa Rica se verá en obras como “El Beso de Judas”, “El Azote”, “Madre de Cristo”, “Flagelación de Cristo”, “Jesús y la multitud”, “El camino de las penas”, “Jesús clavado en la cruz”, “Crucifixión”, “Madre afligida”, “Jesús en el Jardín de los Olivos” o “La corona de espinas”, entre muchas otras piezas.

Un logro para Costa Rica

Que “Viacrucis: la Pasión de Cristo” esté en Costa Rica es uno de los hechos más relevantes en lo que va del año con respecto a la expresión del arte plástico en el pais.

Es en primera instancia, la muestra itinerante del que se considera uno de los cinco artistas vivos más importantes del momento.

Es, por otra parte, una exposición viajera que muchos otros países han intentando tener, y Costa Rica: lo logró. Escribiendo así su nombre en una lista que incluye a Alemania, México, Estados Unidos, Italia y Portugal.

Tomó casi un año de tendidos de enlaces y negociaciones lograr que la exhibición llegara hasta la Galería Nacional del CCCC. Decenas de personas y entidades tuvieron que trabajar arduamente para lograr la venida de la obra.

Participaron desde directores y funcionarios del Museo de Antioquia, tenente y custodio de la obra de Botero, hasta cuerpos diplomáticos, embajadas, cancillerías, así como, curadores, personal especializado en tramitología de permisos, mediadores y hasta comunicadores.

“Este es un momento muy importante para el Museo de Antioquia porque pudimos establecer relación con otros museos y otras instituciones a nivel continental para lograr la difusión de la obra del Maestro Botero”, dijo Carlos Uribe.

Medidas de seguridad

Al tratarse de una muestra con un importante valor cultural el CCCC estableció varias medidas de seguridad para quienes ingresen a ver la exhibición:

  • Todas las personas deben presentar un documento de identificación para ingresar a la exhibición.
  • Menores de edad deben ingresar acompañados de un adulto responsable.
  • No se permite el ingreso con alimentos ni bebidas.
  • No está permitido el ingreso con cámaras profesionales de video y fotografía.
  • Todas las salas de la Galería Nacional cuentan con dispositivos de seguridad y cámaras que vigilarán los movimientos del público.

De la exposición: “Viacrucis: la Pasión de Cristo”. Fernando Botero.
Fecha: del 20 de julio al 20 de octubre. Galería Nacional, Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura (donde está el Museo de los Niños), San José.
Horario: de martes a domingo de 9 a.m. a 7 p. m.
Entrada: ¢5.000.
A la venta: miércoles 17 de julio a través de la página boleteria.museocr.org o en las boleterías de la Galería Nacional.