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“Está muy afectado”: madre de menor agredido por miembros de la barra herediana relata minutos de terror

Dos días después del suceso, Jessica lamenta que Manuel no ha logrado dormir y tiene episodios de angustia, dijo.

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
“Está muy afectado”: madre de menor agredido por miembros de la barra herediana relata minutos de terror
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Noticia actualizada a las 3:20 p.m, con posición de Herediano

Jessica Escamilla, madre de Manuel (nombre cambiado a petición de ella) de 16 años, aún dice no superar la noche de terror que vivió el martes pasado, en las afueras del estadio Carlos Alvarado Villalobos de Santa Bárbara de Heredia.

Esa noche jugaron el Club Sport Herediano y la Liga Deportiva Alajuelense, encuentro que terminó en empate a uno.

Jessica relató a El Observador que integrantes de La Garra -la barra rojiaamarilla- la agredieron a ella y su hijo, pero principalmente a Felipe, un amigo de 17 años.

¿La razón? Este joven acudió al estadio con una camiseta de la Liga.

Todo comenzó durante el partido cuando los dos amigos llegaron para apoyar a sus respectivos equipos, comentó la progenitora.

En un momento del partido un sujeto empezó a agredir verbalmente a los dos jóvenes, pero ellos no prestaron atención.

Los hechos

A la salida del estadio, tras la finalización del encuentro, Manuel y Felipe optaron por quedarse donde estaban los oficiales de Fuerza Pública, prosiguió ella.

“Manuel me llamó asustado y me dijo que no podían moverse del lugar donde estaban. Entonces yo, que estaba a unos 200 metros de distancia, me fui a recogerlos.

“Cuando llegué estaban asustados, los tomé del brazo a los dos y comenzamos a caminar. No habíamos caminado 50 metros cuando un tipo le pegó a Felipe.

“Yo les dije que no hiciéramos nada y siguiéramos caminando, pero en eso una turba como de 10 aficionados heredianos me quitaron a Felipe y le empezaron a pegar.

“En eso los policías llegaron a protegernos y alejar a los tipos. Pero cuando caminamos un poco más para llegar al carro otro hombre, ya grande, le pegó en la cara a Felipe. Un policía nos defendió y tuvo que separar al sujeto a punto de garrotazos”, expresó Jessica.

Sin dormir y miedo

Dos días después del suceso, Jessica lamenta que Manuel no ha logrado dormir y tiene episodios de angustia, dijo.

“Es que está demasiado angustiado por todo lo que pasó”, contó al tiempo que dijo que recurrirá a ayuda psicológica para abordar este episodio.

“No está durmiendo y hasta tuve que darle un medicamento para que estuviera tranquilo y se fuera al colegio”, añadió.

Daniel tiene moretones en el cuello y ella tiene un fuerte dolor en uno de los hombros. En cuanto a Felipe tiene golpes en diferentes partes del cuerpo.

Incluso comentó que la mamá del amigo de Manuel lo llevaría al hospital porque le apareció un hematoma importante en la cabeza.

“Me parece increíble que esto suceda en un espacio que se supone que debe ser para el sano disfrute de todos.

“No es posible que estas barras sigan contando con total impunidad mientras que la gente buena, tranquila se limite ir a los estadios para evitar que estas cosas ocurran. Hoy Manuel y Felipe están vivos y muy asustados… gracias a Dios que no pasó a más”, finalizó Escamilla.

Ante consulta de este medio, Herediano expresó:

“El Club no ha recibido ninguna notificación o información al respecto. Pero en este caso, al ser un acontecimiento que sucedió fuera del estadio, los instamos a presentar la denuncia con las entidades correspondientes. Una vez realizado el debido proceso, el Club podría tomar alguna decisión con respecto a los supuestos agresores”.

Caso delicado

Em el 2017, un enfrentamiento entre las barras de Herediano y Cartaginés -en la Ciudad de las brumas- dejó 55 heridos, uno de ellos en estado muy grave.

Imágenes que circularon en aquel entonces captaron a un aficionado tirarle una enorme piedra a otro hincha, quien terminó delicado en el hospital Max Peralta de Cartago. Allí fue operado por una fractura externa en el cráneo.

Desde 2013 en Costa Rica existe una ley que sanciona con prohibiciones de ingreso a los estadios de hasta tres años a quienes cometan actos de violencia o racismo en escenarios deportivos. Sin embargo, no hay castigos penales.