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Eternals, una apuesta diferente de Marvel

@Popcorn506 para El Observador Eternals es, o era, una de las muy esperadas películas para estos meses finales de año….

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Eternals, una apuesta diferente de Marvel
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@Popcorn506 para El Observador

Eternals es, o era, una de las muy esperadas películas para estos meses finales de año. Después de todo, incluso los más acérrimos fans de Marvel tenían necesidad de una apuesta un poco diferente, aunque fuera por curiosidad. Y una película dirigida por Chloé Zhao era un aliciente más que poderoso como para levantar las miradas.

Zhao era la indicada para darle un poco más de profundidad a una historia de superhéroes, llena de efectos especiales y escenas de acción vibrante. Un poco de estudio psicológico a los personajes, para que la producción no corra el riesgo de parecer algo industrial que solo busque la recaudación rápida y el olvido aún más rápido.

Decimos esto, porque aunque no pueda parecer el objetivo principal de una película de Marvel, que siempre se ha caracterizado por afrontar el entretenimiento y la diversión, Eternals aparece como un claro en un cielo nublado.

Es una apuesta diferente y, a pesar de que gran parte de la crítica, sobre todo de la más purista y clásica, haya atacado con saña los procederes de esta obra, hay mucho qué debatir.

Pero, antes de nada, hay que decir que Eternals llega en un momento ideal. Muchos dirían que es oportuno, como si hubiera sido elegido a propósito.

Aunque sea cuestión de suerte, es genial que aúne tantas características apetecibles justo cuando se atenúan las limitaciones.

Una historia tan suprema para el universo Marvel como ésta, en la que se cuenta, valga la redundancia, una historia tan genial como la de los personajes celestiales que, con toda su buena intención, crean a los Eternals y acaban dando lugar a los Deviants, que solo pretenden destruir todo lo humano que se encuentran en su camino.

Con una premisa de este tipo, no cabe la duda de que vamos a ver una película de espectáculo supremo. Y así es, desde prácticamente el primer minuto, porque las escenas de acción no escasean y tampoco son de baja calidad. Al contrario, aquí el espectáculo visual está garantizado. Hay un background consistente en lo que se refiere a potencia visual, y eso resulta genial.

Pero llega un momento en el que todo esto que estamos diciendo resultan obviedades, tratándose de una película de este universo y con este presupuesto tan enorme.

El debate en esta ocasión está siendo motivado por la enorme diferencia que existe entre la opinión de la crítica especializada en los medios de comunicación y en las redes sociales, frente a los pareceres de grandísima parte del público que está acudiendo a verla.

Para los primeros, ésta no deja de ser otra película más, con aires pretenciosos sobre supuestas ambiciones artísticas de la directora. Mientras que, para los segundos, Eternals funciona como una de las mejores películas recientes de Marvel, a la que se le suman recursos novedosos gracias, precisamente a esta directora.

Superado este debate por nuestra parte, y con un punto de vista positivo sobre la película, podemos decir que Eternals se merece la oportunidad y probablemente no decepcione a la gran mayoría de los Fans del UCM.

Dicho lo anterior, nos queda por destacar el excelente manejo, que no es sencillo y menos para una película con una duración más o menos estándar, de un reparto tan amplio.

La cantidad de personajes, además de un enriquecimiento enorme en términos visuales, ya que resultan deliciosos de ver en acción, también facilita que podamos tener en la pantalla rostros verdaderamente atractivos y poderosos.

Seguramente, los ojos de muchos se fijen primero en los más conocidos, como Salma Hayek, Angelina Jolie o Kit Harrington. Pero hay muchos otros que irán adquiriendo fama y notoriedad según pasen las semanas y crezca el hype por Eternals.

En conclusión, para los que seguimos disfrutando de este cine y de estas producciones, es un premio. Solo esperamos que el nivel se mantenga en las subsiguientes, que seguramente habrá unas cuantas. En caso contrario, ya sabemos el final del refrán: lo mucho cansa.