Tomás Gómez
Las víctimas de trata de personas terminan padeciendo, no solo la explotación como tal sino otros abusos que configuran delitos adicionales y que van desde el aprovechamiento sexual hasta la esclavitud.
Así lo advierten las autoridades judiciales, quienes insisten en que este tipo de tramas cambiaron con la tecnología, auque los casos clásicos también siguen presentándose.
En el programa del Ministerio Público, la Fiscal contra la Trata, Eugenia Salazar, apuntó que las promesas económicas y de empleo siguen siendo uno de los principales orígenes de estos casos, pero que también la confianza de las personas tiene un rol fundamental para terminar cayendo en las trampas de los captantes.
Según sumó, los casos asociados a la explotación sexual son mayoría en las denuncias.
La explotación, según la experta, se configura cuando una persona obtiene beneficio a partir de otra.
Además de los casos sexuales se tienen identificadas otras vías como la servidumbre, la esclavitud o poner a las personas a mendigar. También hay escenarios donde se llega hasta los matrimonios arreglados o la extracción de órganos.
En el caso de trata sexual se alerta sobre un agravamiento porque hay elementos contra la dignidad humana, como el hecho de que las víctimas tengan que pagar el espacio donde son explotadas.
Otro factor es que con la tecnología se ha modernizado la operación.
La Fiscal expuso casos donde por ejemplo mediante plataformas de streaming se tiene a las víctimas transmitiendo actos sexuales durante el día. Otro escenario es la divulgación continua de de imágenes de contenido sexual.
Los espacios físicos siguen siendo necesarios para los casos de trata. La Fiscalía mencionó también como casas y hoteles contribuyen a la clandestinidad con que se van ejecutando los casos (Archivo)
Más delitos
Además del factor de la trata, como se mencionó antes, las personas que caen en ella están vulnerables a más figuras penales.
Así, una vez cautiva la persona puede estar también bajo un abuso sexual o acoso.
También se pueden configurar incluso privaciones de libertad y otras faltas a la integridad de las personas. Entre ellas están la amenaza, la coacción, la agresión o las lesiones.
Otro escenario posible es que se llegue a la explotación laboral, donde se salta todo tipo de garantía.
Finalmente está la condición de presión donde a las víctimas se les amenaza con que no tienen otras opciones para contar con un ingreso.
Un ojo en la tecnología
Dentro de los señalamientos de las autoridades la desconfianza sigue siendo el elemento clave para no caer en trata.
Esto sobre todo en promesas de trabajo y de posibles ingresos, ante lo cual hay preocupación por la credibilidad de las personas las redes sociales.
Otro factor es que según la Fiscal no hay perfiles específicos de posibles víctimas, pero que suele haber un vínculo entre las necesidades de las víctimas y las ofertas que les hacen.
Respecto a los menores de edad, se hicieron dos observaciones. Una sobre la falta de malicia con que pueden abordar invitaciones sospechosas y otra sobre elementos como cambios en sus patrones económicos, donde puede generarse sospechas sobre posible explotación.
Mediante las plataformas electrónicas ha cambiado el marco de la trata y el consejo de las autoridades sigue siendo la desconfianza de los mensajes y las ofertas (AFP)
