Paula Ruiz
Para lograr un acuerdo político, el Gobierno deberá modificar su plan de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), de tal manera que haya un balance entre ingresos vía impuestos y reducción del gasto público. En eso coinciden tres expresidentes de la República.
Rafael Ángel Calderón (1990-1994) es uno de los que negoció con el organismo multilateral durante su administración. En su criterio, la propuesta del Poder Ejecutivo está muy cargada de impuestos.
“El Fondo lo que busca normalmente es la reducción del déficit fiscal, cómo se logra es una decisión soberana de cada Gobierno. El Poder Ejecutivo hace un planteamiento para poder llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional donde a mi juicio cometen el error de poner demasiada cantidad de impuestos”, declaró a El Observador.
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Durante su gestión, solo tuvo que subir el impuesto de ventas y tenía la ventaja de contar con 30 diputados oficialistas, con lo cual se logró el aumento de dicho gravamen, recordó Calderón.
“Este Gobierno que tiene que dialogar con tantísimas fracciones, está presentando un proyecto bastante complicado que se le va dificultar poder llegar a acuerdos con fracciones por la cantidad de impuestos”, reiteró.
Los nuevos tributos y la eliminación de exoneraciones, representan el 73% del ajuste fiscal que le presentará el Poder Ejecutivo al FMI.
En contraparte, un 25% vendría de recortes o contención del gasto, según la propuesta presentada este jueves para los próximos cuatro años.
Inconveniente tantos impuestos
Con el planteamiento de que el plan contiene muchos tributos coincide el expresidente Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002).
“Es inconveniente un programa que se basa casi exclusivamente en impuestos”, reconoció.
“Si hay un aumento de impuestos sobre utilidades, hace que se desestimule la inversión y que baje el crecimiento, me parece que el programa además de ineficiente, es un programa difícil que se sostenga después de los cuatro años”, agregó.
Por tal razón, consideró que la propuesta tendrá que “cambiar mucho” porque, aunque si bien, se requieren de ajustes indispensables, debe también mirarse hacia el gasto público y venta de activos del Estado.
Rodríguez consideró necesario este acuerdo con el Fondo, porque permitirá mejorar las calificaciones de los mercados financieros, tener más apoyo de entes financieros y mejorar las tasas de interés.
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El exmandatario apuntó a la necesidad de crecimiento de la producción; razón por la cual, aplaudió la propuesta de eliminar el 5% dirigido por las empresas hacia el Fondo de Desarrollo y Asignaciones Familiares (Fodesaf).
Rodríguez consideró que ese faltante de 5% podría sufragarse con la venta del Instituto Nacional de Seguros (INS) y Banco de Costa Rica (BCR).
“Eso es muy adecuado y es una medida para tratar de luchar contra la informalidad pero, deberían buscar cómo financiera de otra manera, por ejemplo con la venta del INS y BCR y que los réditos que den vayan a compensar esos ingresos que no tendría el Gobierno”, señaló Rodríguez.
Quien no está de acuerdo con esa decisión sobre Fodesaf es Calderón, pues cree que afectará programas dirigidos a atender personas en condición de pobreza.
Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez, coinciden con la necesidad de recorte al gasto. (AFP)
Plantear propuestas
La expresidente Laura Chinchilla (2010-2014) declinó opinar sobre cuáles propuestas planteadas por el Poder Ejecutivo deben eliminarse o por el contrario, cuáles deben incluirse.
Su posición es más de evitar debates innecesarios o conflictos y ruidos que entorpezcan la negociación ardua que deberá enfrentar el Gobierno con la Asamblea Legislativa porque, propuestas como las relacionadas con tributos, requerirán el aval de legisladores.
Sin embargo, reconoció que el Gobierno debe de atender las preocupaciones de sectores y políticos, aunque, estos últimos deben de plantear propuestas cuando de previo exista una oposición al plan.
“Hay que procurar construir un ambiente propicio para que se pueda desplegar en los próximos días porque estamos hablando de días y no hay tiempo, entre diputados y gobierno para que enfrenten una negociación franca y responsable”, dijo.
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“Yo converso con diputados, ministros y el presidente y mi mensaje es: tienen que actuar con responsabilidad, capaces de conversar y negociar. El Gobierno tiene que entender que deberá mandar señales más claras, honestas y contundentes sobre su voluntad de proceder con recorte de gasto”, agregó Chinchilla.
La exmandataria urgió como costarricense, un acuerdo que pueda ser aprobado a finales de año porque el país no tendrá el dinero suficiente para enfrentar sus gastos.
Óscar Arias, exmandatario, consideró que la receta es la misma de hace seis años. (Photo by EZEQUIEL BECERRA / AFP)
La misma receta
El expresidente Óscar Arias (1986-1990 y 2006-2010) planteó hace seis años disminuir el déficit fiscal durante el 2015 y 2016 en un 5% del Producto Interno Bruto (PIB), con un 3 puntos porcentuales vía impuestos y 2 puntos porcentuales de reducción del gasto.
“Hoy la receta sigue siendo la misma, aunque la situación financiera del gobierno es mucho más crítica. Por ello, es imperativo alcanzar un acuerdo entre las diferentes fracciones políticas representadas en nuestro parlamento que contemple un balance entre nuevos tributos y el recorte del gasto”, analizó.
“Considero que en la propuesta de nuestro gobierno no se contempla la tan urgente reestructuración del aparato estatal que el país requiere”, agregó.
Con respecto de las voces legislativas que ya anunciaron su oposición a nuevos impuestos, el exmandatario consideró que eso hará inviable una negociación con el FMI y por lo tanto, conllevará a una devaluación de nuestra moneda como sucedió en la administración Carazo Odio.
“Como en toda negociación las partes tendrán que transigir y no todas lograrán sus expectativas. Pero, como lo he dicho muchas veces, en una negociación se obtiene lo que se puede y no lo que se quiere. No hay nada más urgente que alcanzar un acuerdo en el seno de nuestra Asamblea Legislativa”, señaló.
“La eficacia de nuestro régimen democrático se encuentra, actualmente, sometida a duras pruebas. La crisis económica que hoy vivimos, agudizada por la pandemia del Covid19, es una coyuntura de enormes desafíos. Creo, sin embargo que, a pesar de todo, es también una oportunidad de superar la postración de nuestro sistema político y de preservar las mejores virtudes de la democracia costarricense”, concluyó.
